Las expectativas para que la yerba se comercialice con las leyes del mercado

Después de 22 años de regulación de la yerba mate, este inicio de cosecha se da en un modelo de “desregulación”, es decir que no se fija más un precio base; función que cumplía el Instituto Nacional de la Yerba Mate INYM.

El nuevo escenario al que muchos productores yerbateros ven con temor a perder su producción recordando lo vivido en los años 90. En cambio, hay otro sector que confían en ser un buen momento para entrar al “mercado” competir en el juego de la oferta y demanda.

Uno de los que se muestra a favor de la desregulación es Martins Marcos Melquisedec, más conocido como Melki, oriundo de Comandante Andresito.  

“Los productores estamos más que nunca expectantes” dijo a la revista El Agro.

Sin embargo confesó: “También estamos con preocupación obviamente en cómo se va desenvolver estas medidas del Estado nacional”.

Por el momento en la familia yerbatera se ve: “Hoy se siente una división muy grande en el sector yerbatero”.

Manifestó su descontento al ver: “Teniendo en cuenta situaciones como; que el INYM en la cuestión de fijar precios hace muchos años no podía lograr”.

Otra observación que hizo: “El INYM, nunca tenían el consenso interno de todos los directores y la fijación del precio a la materia prima siempre terminó en mano del gobierno nacional para el laudo”.

Por ahora: “Hay un gran sector que valora muchos puntos positivos del INYM; como la grilla de costo, el control de calidad, la difusión de la yerba y el trabajo en conjunto con empresas para llegar a nuevos mercados. Pero hay una brecha, con muchas diferencias  y opiniones cruzadas. Veo que estamos muy divididos”.

De los dos sectores del que describió, el joven productor manifestó curiosidad a que la yerba se comercialice con las leyes del mercado.

Porque según Melki: “En lo personal, creo que el libre mercado puede ser bueno y creo que nuestros dirigentes deberían cambiar el paradigma. En lugar de chocar con las medias nacionales deben buscar la eficiencia, y buscar que nuestro producto sea el más competitivo en el mercado”.

Menos impuestos

Por lo expuesto también ve de manera positiva la medida del  gobierno nacional que tiene planes de reducir el fisco: “Es decir, que sea lineamientos con la política económica nacional que plantea un programa de baja de presión fiscal, menos burocracia, menos impuestos”.

Y critica los impuestos provinciales que deja en gran desventaja a los productores misioneros:  “Principalmente a nivel provincial, al ser Misiones con sus aduanas paralelas y el costo de Rentas no solo no es competitiva a nivel internacional, sino que estamos más fiscalmente para competir dentro de nuestro propio país”.

Pasar de un Estado presente a un libre mercado dijo: “Creo que teniendo una economía abierta, como el estado nacional lo plantea (si se aprueba la ley bases en el pacto de Mayo) tendremos facilidad en compra de insumos, mejores precios para la compra de herramientas, de fertilizantes. Todo se nos puede hacer más barato”.

El productor oriundo de Andresito, es una localidad que tiene frontera con la ciudad de Capanema Brasil comentó de la  relación comercial que se ve en su zona: “Se empieza a notar,  incluso sin que el gobierno nacional tenga implementado su proyecto económico en totalidad debido a las trabas”.

Razón por el cual considera: “Una economía abierta significa mejor competencia, vamos a ser más competitivos ante la yerba de Paraguay y de Brasil, más facilidad para exportar”.

No obstante dijo que será un camino largo y va ser duro. “Somos uno de los países con la mayor carga impositiva del mundo y sumado a eso una provincia que nos carga aún más impuestos”.

Además de tener su producción de yerba, Marcos Melquisedec realiza el servicio de cosecha a  30 productores un promedio que mantiene todos los años, según comentó.

“Alcanzamos un promedio de 2 millones de kilos de cosecha cada año, en la sumatoria de todos nuestros clientes que son pequeños y medianos productores”.

En síntesis sostiene un crecimiento: “Tengo esperanza en un futuro próspero para la yerba mate. Soy un productor pequeño a mediano, que ronda los 150 mil kilos de hoja verde. Apuesto a la yerba mate e invierto al futuro del sector productivo”.

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