A través de este DNU se desregula totalmente el mercado de la yerba mate, quitándole las potestades al Instituto Nacional para establecer precios de referencia.
Si bien el DNU ya entró a regir en diciembre, habían normas anteriores que debían cumplirse, como el caso de los precios que había fijado el INYM para todo el período de la cosecha fina o zafriña, que concluyó justamente el 31 de marzo. Aunque la norma presidencial fue rechazada por el Senado, todavía sigue teniendo vigencia mientras no tenga la votación contraria en la Cámara de Diputados de la Nación.
A pesar de que el DNU se publicó en diciembre pasado, el INYM ya había fijado aumentos escalonados hasta marzo. En detalle, en octubre de 2023 se estableció que hasta el 30 de noviembre el precio por kilo de la hoja verde sería de $169,36 y $643,57 para el kilo de yerba canchada. Luego, desde diciembre hasta el 31 de enero de 2024 aumentarían a $210 y $798, respectivamente. En febrero, ascendieron a $240 y $912, y desde el 1º y hasta el 31 de marzo a 250 y 950 pesos.
En la actualidad, se está pagando alrededor de $370 el kilo de hoja verde, mientras que los productores buscan que se abone 500 pesos.
Fueron 22 años, desde la creación en el 2002, que la yerba fue regulada por el INYM, a pedido e impulso de los pequeños productores, luego de sufrir las desregulaciones de los años 90, que provocaron empobrecimiento de los chacreros a raíz de los precios irrisorios que le pagaba la industria.
Si bien el directorio de la entidad, acéfala desde el 10 de diciembre, decidió establecer precios “de referencia” mensuales tanto de hoja verde como de canchada, los productores no estarán obligados a cumplirlos, como sí ocurría en virtud de disposiciones previas que tenían vigencia hasta el 31 de marzo.
Cabe mencionar que el inicio de la desregulación coincide con el arranque de la cosecha gruesa de hoja verde, el momento de mayor actividad del sector, y sin que el gobierno haya designado a un presidente para el Instituto Nacional de la Yerba Mate.
La Legislatura de Misiones comenzará sus actividades ordinarias el próximo 1 de mayo y crece la expectativa en la producción por la iniciativa del diputado Carlos Rovira, presentada durante enero, de crear un Instituto Provincial que reemplace algunas de las funciones del INYM, principalmente en lo referente a regular precios de materia prima para equilibrar fuerzas en la negociación entre los pequeños agricultores y los grandes molinos. Tendría potestades solamente sobre el territorio misionero, donde se produce el 85% de la totalidad de la yerba mate del país.
Qué dice el DNU
En los considerandos de la normativa se indica: “Se torna imperioso acrecentar actividades productivas que permitan expandir la producción y reducir los precios de los productos, fomentando asimismo el desarrollo de las economías regionales, de manera de hacer realidad el plan federal que nuestros padres fundadores tuvieron en mente al sancionar la Constitución Nacional”.
“A tales fines, resulta necesaria una modernización del Instituto Nacional de la Yerba Mate, previsto en la Ley N° 25.564, que lo equipare con el Instituto Nacional de la Vitivinicultura, focalizando sus actividades en las verificaciones de calidad, al tiempo de impedir su intromisión en un mercado competitivo, replicando así el exitoso modelo de la industria del vino que ha logrado una mayor inserción internacional”, agrega la norma, cuyo principal autor intelectual es el economista Federico Sturzenegger.
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