“Hay que prepararse para que los veranos intensos dañen los menos posible los yerbales” 

Se prevén períodos secos prolongados, con estrés hídrico y riesgo de incendios para los próximos años. En ese sentido, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), a través del Servicio de Extensión Yerbatero (SEY), inició una serie de charlas orientadas a brindar, a los productores y a todos los interesados, conocimientos para prevenir y actuar con eficiencia frente a esas situaciones. 

“Tenemos que aprender de la experiencia, y la experiencia reciente, además de los informes que realizan expertos en el clima, nos indica que tenemos que prepararnos para períodos de seca, con falta de agua e incendios, como el que tuvimos recientemente”, indicó Nelson Dalcolmo, director por la Producción en el INYM.  

En ese marco: “es que surgen las capacitaciones de manejo de fuego que ponemos en marcha, además del trabajo que hacen nuestros técnicos con los productores para que el agua de lluvia quede en las chacras y prácticas para restablecer, en la medida de los posible, el equilibrio ambiental”, agregó Dalcolmo. 

La primera capacitación en manejo de fuego para productores yerbateros se concretó el pasado miércoles 17 de mayo en la localidad Itacaruaré.  

Manejo inteligente de la chacra y acción comunitaria fueron algunas de las recomendaciones que brindó en la charla el licenciado Luis Besold, de la Subsecretaria de Desarrollo Forestal del Ministerio del Agro de Misiones quien respondió:   

¿Cuál es el eje de la capacitación? 

Apuntamos a crear conciencia en nuestros productores yerbateros en el manejo inteligente de las chacras, mejorando la planificación y las respuestas a potenciales incendios que pueden llegar a ocurrir, es decir que estén preparados para prevenir y para actuar ante posibles incendios, para no perder bienes, ni la producción. Esto se traduce en interpretar la dinámica de fuego, saber usar el fuego como una herramienta, saber actuar en caso de iniciarse un incendio, es decir contar con un protocolo de actuación.  

También brindarles a nuestros productores una perspectiva de lo que se viene, y que de pasar lo que se prevé, lograr que el impacto sea el menor posible en sus chacras. 

¿Cuáles serían esas acciones y a qué se refiere con manejo inteligente de la chacra? 

Significa tener en buenas condiciones los caminos, contar con reservorios de agua, una producción ordenada, es decir ir mejorando la planificación de la chacra, y estar preparados para posibles incendios, contar con personas que sepan cómo actuar y puedan organizarse entre los productores en cada colonia; cuidarse entre todos. 

Puso énfasis en trabajar de manera comunitaria. ¿Por qué? 

La organización local es fundamental para brindar la primera respuesta en caso de ocurrir un incendio, y que esa respuesta tenga un resultado favorable. Esta organización debe estar ligada al trabajo comunitario entre los vecinos, ya que son los que más cerca están del hecho y por lo tanto lo que hagan en ese territorio determinará la expansión o no del fuego. Para ello, es preciso armar redes de alerta temprana y que los productores sepan qué hacer, qué identificar en un incendio (por ejemplo, qué material es el que se está quemando, entre otras cosas), qué datos son importantes tener en cuenta al informar a los bomberos y al actuar para reducir ese fuego en la chacra. 

¿Muchos productores se preguntarán por qué aprender sobre el tema ahora, en pleno otoño y en un año donde se pronostica mucha lluvia? 

El cambio climático es uno de los mayores desafíos de estos tiempos. Los informes, análisis, de expertos indican que el clima presentará episodios extremos en todo el mundo.  

El próximo verano será más tranquilo, no quiere decir que no habrá incendios, sí que será más tranquilo que los últimos que tuvimos, pero para los próximos años se prevén veranos muy severos, períodos secos prolongados, lo que implica estrés hídrico por aumento de temperatura y riesgos de incendios, es decir una situación crítica ante la cual debemos prepararnos con conocimientos, herramientas y coordinación para trabajar de manera comunitaria, y evitar que el fuego avance. 

En resúmen, tendremos temporadas de altas temperaturas e incendios más extensas y críticas en los próximos años. Necesitamos anticiparnos. Hay que prepararse para que los veranos intensos dañen lo menos posible la producción yerbatera, para que el impacto del calor y la falta de agua sea el menor posible. 

Manejo ambiental, clave 

La zona Sur en la región productora fue una de las más afectadas por la última sequía. La ingeniera Vanesa Ortega, del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM, recordó que toda el área comprendida por los departamentos San Javier, Concepción de la Sierra y Apóstoles, fue afectada por incendios y déficit hídrico”, y ese escenario, destacó que: “los yerbales con manejo ambiental, es decir con suelo y caminos sistematizados, cubiertas verdes, y con árboles, fueron los que mejor resistieron el largo período seco”. 

Precisamente, uno de los ejes principales del Servicio de Extensión yerbatero del INYM es el impulso a prácticas amigables con el ambiente para lograr yerbales sustentables.

“Trabajamos los yerbales de manera integral, es decir la yerba como parte de un sistema, atendiendo y cuidando el suelo, la planta y el ambiente, y con la premisa de que el agua útil es el que filtra en el suelo, para lo cual llevamos adelante prácticas que hacen que el agua de lluvia efectivamente quede en la chacra”, explicó la ingeniera. 

Además de los nombrados, participaron productores y productoras, la secretaria de Gobierno, Lorena Alvez; el ingeniero Alejandro Giménez, del SEY del INYM, e integrantes de la Comisaría de Itacaruraré. 

Este viernes 19 de mayo habrá otra charla, en este caso para productores, bomberos, fuerza de seguridad y demás interesados, a partir de las 8,30 horas, en la Casa de la Cultura de Concepción de la Sierra. 

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