Con las cubiertas verdes hay menos hormigas en el yerbal

En una jornada que se desarrollo sobre manejo y control de la plaga, en la chacra de Daniel Wolin en Dos de Mayo. Alli, la ingeniera agrónoma Mara Schedler, técnica del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), expuso:

“Tener el suelo de los yerbales con cubierta vegetal, conservar la biodiversidad de especies, realizar monitoreo constante y control, son algunas de las prácticas aconsejable para el manejo de hormigas cortadoras en yerbales”.

Se hablo del comportamiento y control de la hormiga Minera o Isaú (el Genero Atta), y contó con la disertación del ingeniero forestal Abel Scherf, del INTA Montecarlo explicó que si bien la yerba mate no es una especie de preferencia para las hormigas, pueden observarse ataques leves en plantaciones nuevas y agregó: “Esto podría atribuirse a la condición de suelo labrado, desnudo y falta de cubiertas verdes, donde además la menor diversidad de especies al momento de realizar plantaciones nuevas, induce a un cambio en la dieta de las hormigas”.

El control de hormigas: “debe ser un trabajo en equipo, entre vecinos”, indicó la técnica, al tiempo que detalló que “si se va a realizar una plantación nueva de yerba mate se recomienda hacer un monitoreo e  incluir en el sistema la cubierta de suelo vegetal” de ese modo se evitara la presencia de la plaga. 

Schedler resaltó la importancia en el cuidado de la salud, la prevención mediante manejos culturales, el no permitir la presencia de nidos grandes en la chacra, y la necesidad de organizarse con los vecinos para efectivamente controlar la plaga, con paciencia y constancia.

Tipos de control

El control de hormigas puede ser cultural, físico-mecánico, biológico o químico, según especificó Schedler:

–       Para el control cultural se recomiendan monitoreos y controles previos a las plantaciones, mantener un paisaje diversificado, suelo con cubierta vegetal.

–       El control físico-mecánico implica la captura de reinas, destrucción de nidos nuevos mediante el uso de palas, azadas.

–       El control biológico deja lugar al trabajo de los enemigos naturales, vertebrados (aves y armadillos), insectos y hongos entomopatógenos.

–       El control químico se realiza a través del uso de cebos, polvos, líquidos y gases.  En este caso, “el insecticida a usar tiene que poseer acción retardada, ser letal a bajas concentraciones, inodoro y de bajo impacto ambiental “.

Cebo para nidos nuevos

“Se puede controlar nidos nuevos entre los meses de diciembre y abril mediante el uso de cebos”, señaló Schedler, y si hay nidos viejos, “el control debe hacerse antes de los vuelos nupciales, o sea ante de la primavera, para evitar la dispersión de las reinas y machos alados”.

¿Cómo se debe usar el cebo?

“Hay que usar guantes y colocar el cebo al costado del carril de forrajeo; usar producto fresco, aplicar cuando las hormigas están en actividad, con suelo seco, sin pronóstico de lluvias, no tocar el cebo con las manos, evitar temperaturas superiores a 30º C, almacenar el cebo en lugar fresco y sin exposición al sol”.

¿Cómo se hace el cálculo de dosis de cebo?

“Se calcula teniendo en cuenta el tamaño del nido, considerando el largo por el ancho del montículo de tierra. Se calculan aproximadamente unos 10 gramos de cebo por cada metro cuadrado de hormiguero. Es importante distribuir la dosis total entre los carriles de forrajeo de todas las bocas”.

Más datos

Resulta fundamental conocer el ciclo de vida de la plaga, su comportamiento y alimentación, para lograr efectividad en las medidas de control que se implementan.

Al respecto, Schedler informó que “las hormigas Mineras son insectos sociales y se encuentran muy bien organizados. El ciclo de vida comienza con el vuelo nupcial de reinas y machos alados luego del invierno. La reina aterriza en suelos desnudos y colorados, donde luego de quitarse sus alas comienza a cavar su nuevo nido. A los 3 meses se comenzará a ver actividad del hormiguero con la salida de las obreras, siendo los meses de diciembre a abril el periodo para combatir nidos nuevos”. También recalcó que “se comunican mediante olores (feromonas), contacto, lenguaje corporal, sonidos y trofalaxia (intercambio de alimento boca en boca); y las hojas que cortan y  transportan al nido son para cultivar el Hongo que es su alimento”.

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