Productores de Elsoberbio procuran un secadero, entregan la hoja a más de 90 kilómetros

La localidad de Elsoberbio, es conocida por la atracción turística del Salto del Moconá, por la citronela un cultivo que va dejando de ser importante y en su lugar la actividad yerbatera va tomando forma para ser parte de la economía de esa zona misionera.

Natalicio comentó a la revista El Agro: “Somos productores munifundistas que hemos presentado el pedido para obtener el registro INAES, que la tenemos. Pero por ahora no podemos contar con la habilitación para fines diversificados”.

Especificó que en cuestiones de ganadería, aves y peces son las producciones que quedaron afuera de la habilitación.

De cualquier modo la insistencia de trabajar desde una cooperativa continuó y el grupo de productores esta formalizada desde el 2022 como Cooperativa Yerbatera Elsoberbio Limitada, del que proyectan un secadero para que todo el proceso de la materia prima se procese en la zona.

Natalicio Drebel, es un productor yerbatero y es el presidente de la nueva asociación comentó que por ahora: “ Solo contamos con la cooperativa, tenemos el pedido de un secadero que es muy anhelado en esta localidad”.

Recorren más de 90 kilómetros para entregar la hoja.

La chacra de Natalicio, se encuentra en el kilómetro 13 de la ruta provincial 13. Al no contar con un secadero cerca, comentó del largo camino que deben realizar para entregar la hoja: “La  yerba, entregamos en San Vicente, donde el recorrido más corto es de 40 kilómetros y para otros productores que estan en la colonias les queda más lejos, es decir que hacer entre 80 a 90 kilómetros para entregar su cosecha”.

Son distancias que se traducen en costos económicos para el productor y son las mayores razones que desde la cooperativa insisten en la creación de un secadero propio.

Si bien, para el sector yerbatero este año no está en su mejor momento por los bajo precios que obtienen de su yerba, por lo cual no les permite pensar en inversiones. Aún así ellos; conservan una lista larga de equipamientos, entre otras inversiones que esperan concretar: “Queremos seguir comprando pero por ahora no alcanza con lo que cobramos de la yerba”.

Sin embargo antes de entrar en este contexto de desregulación lograron adquirir algo contó: “Desde la cooperativa compramos algunas herramientas, el guinche para el camión, tijeras electrónicas, carrito para sacar el raído y una quebradora”.

Con esas herramientas que cuentan, desde la cooperativa animan a sus productores a salir con las alternativas que les ofrece la actividad yerbatera, que en este caso sería la cosecha con la que pueden sortear la dificil situación económica, según relató don Natalicio:

“Vamos a ver si podemos avanzar con un grupo de personas que quieran realizar los servicios de tarefa, porque las herramientas tenemos: Porque algo se debe hacer”.

Registrar la planta

Paso a contar que mientras esperan la construcción del secadero: “Estamos trabajando para la habilitación de un acopio que solo faltan algunos detalles. Son ideas que van surgiendo en el día a dia para no quedar en el olvido” sostuvo el productor.

 Expuso, que en este contexto de desregulación de precios, el productor es el más perjudicado, porque los precio de la yerba mate está muy por debajo de la inflación y los pagos se dan a plazos de 30, 60 y 90 días. El escenario para el pequeño productor es muy difícil para invertir.   

Natalicio Drebel, presidente de la Cooperativa Elsoberbio Ltda.

Advirtió que: «Los conocedores de la desregulación no cuentan nada bueno» Y comparó que: «Con el INYM, se regulaba un precio mínimo que ayudaba al productor».

De esta zafra 2024 donde el precio se fijó a 370 con un aumento de 20% cada mes, pero ese aumento nunca llegó y sucede todo lo contrario, porque dejó muy atrás ese valor que se pagó en marzo por la materia prima, luego fueron bajando y los pagos se extienden a plazos.

De ese contexto don Drebel sostuvo: «Los que vendieron a principio de la cosecha, vendieron bien almenos, cobraron a tiempo. En cambio, después  lamentablemente lo que estan vendiendo no logran cubrir sus gastos de producción”.

Por mencionar algunos de los costos dijo que se descuenta los jornales, abono, limpieza, herbicidas  y otras tareas culturales que se realizan en los yerbales. “ Se trabaja a pérdida” adujo.

Y volvió a recordar: “Aún estamos lejos de ese secadero, porque no bajan los fondos para financiar esta obra”.

Para no decaer dijo: “Surgen algunas ideas. No estamos quieto, hay ocasiones que cansa  pedir y pedir; pero somos muy persistentes”.

Por ahora comentó: “Queremos ir acopiando la yerba, procuramos hacer convenio con algun un secadero para llevar  secar nuestra yerba”.

Yerba agroecológica y el turismo

Elsoberbio, al ser una localidad turística que tiene gran demanda internacional, los productores vieron en los visitantes, por un lado ofrecer recorridas por los yerbales y otra proyección que es a mediano plazo, la producción de yerba agroecológica. Porque según ahí, existe un mercado por cubrir con los alimentos saludables, sería una alternativa rentable.

Natalicio se refirió al cultivo más saludables: “En el 2023 se formó un grupo de productores que querían hacer yerba agroecológica, pero con el cambio de gobierno cayó todo”.

Es un proyecto que: “Lo retomamos hace poco con los técnicos, porque ya tenemos un mapa de los productores”.

Señaló que lleva un tiempo realizar esos cambios: “Sabemos que lleva tres años para convertir la producción tradicional a la orgánica”.

En este sentido el presidente de la cooperativa comentó que: “Se viene pensando en el futuro, porque el consumidor esta exigente quiere algo mejor y estamos en ese camino”.

De la alternativa turística sostuvo: “Debemos aprovechar la ruta turística que tenemos para ofrecer nuestros productos, todo lo que tiene que ver con el cultivo y el desarrollo de la planta”.

También comentó que  los productores que quieran desempeñarse en el recorrido de los yerbales  deben estar registrados en la oficina turística de la comuna.

La superficie productiva de yerba mate en Elsoberbio, se compone por pequeños productores de 8 hectáreas a 20 hectáreas.

 

 

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