El sector yerbatero se encuentra en alerta por el retraso en la cosecha debido a las sequías que se registraron durante el verano. Actualmente el avance es de aproximadamente 57%, un porcentaje que es considerado poco para la época del año que se transita. Por otro lado, diversos factores como la suba del dólar también complican la situación.
Jonás Petterson, director por la Producción en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), indicó que por las sequías, la cosecha de la yerba se atrasó aproximadamente 3 meses, lo cual generó diversas consecuencias. Además, hay otros factores que preocupan al INYM como la falta de personal: “Estamos desesperados por avanzar con la cosecha antes de que caiga la hoja y la demanda de personal, para nosotros es terrible hoy”, expresó Petterson.
Por otra parte, la falta de combustible es otro punto importante que remarcó Petterson, especialmente para los yerbales que se encuentran más alejados de los secaderos debido a que los camiones necesitan aproximadamente 20 litros de gasoil para realizar la carga, sumado a la dificultad de conseguir combustible.
Sobre las pérdidas por la sequía, aclaró que no se tiene un número exacto porque se debe esperar la terminación de la cosecha y así poder realizar los balances y ver las diferencias al año pasado.
“Las pérdidas más graves fueron las plantas que murieron porque significa una pérdida de inversión y de cosecha. No se recupera tan fácil, las otras plantas de alguna manera se recuperan y si no dan buena producción este año, el siguiente volverá a producir”, puntualizó.
Actualmente el precio de la yerba, en Comandante Andresito ronda los $66. En este sentido, afirmó que:“está bastante complicado el tema precio, si bien es bastante bueno, nos complica un poco con el poder adquisitivo que tenemos hoy”. Para Petterson, el contexto nacional inflacionario también influye porque a partir de eso, el peso pierde valor constantemente.
Además consideró que: “la yerba hoy para poder tener el poder adquisitivo que se tenía el año pasado, tendría que estar arriba de $100 el kilo”. Sin embargo, es difícil alcanzar este número y agregó que hay que tener en cuenta que no se sabe con certeza lo que puede llegar a pasar de acá a fin de año, o bien, hasta el inicio de la próxima cosecha.
“La situación es grave para nosotros. Hoy se vende un producto a un valor que no se sabe si durante el tiempo que no puede cosechar ese dinero va a tener la utilidad que tenía el año pasado”, precisó.
De esta manera, resaltó que si bien es un problema de todos los rubros, para el sector yerbatero se profundiza más, ya que solamente hay una cosecha al año y el productor debe esperar hasta la siguiente para poder recuperar y si tuvo pérdidas no lo podrá hacer.
En esta misma línea, acerca del incremento de insumos como fertilizantes, agroquímicos, herramientas y repuestos de maquinarias por la situación de la suba del dólar, sostuvo que: “no solamente nos afecta el valor, sino que en ocasiones se paraliza la venta, por ejemplo hay empresas que no quieren vender porque no saben cómo van a recuperar. A nosotros nos paraliza porque al no tener un repuesto de alguna herramienta muchas veces no se puede seguir con actividad”.
Sin embargo, esta situación no afectó de manera directa a la cosecha, aunque otra de las complicaciones más importantes se relacionan con la exportación porque las empresas, generalmente, prefieren vender desde algunos de los países limítrofes por la diferencia cambiaria que recibirían en Argentina: “Tenemos pegado a países que brindan algunas diferencias importantes y nosotros aunque hagamos lo que esté a nuestro alcance desde el INYM esa diferencia no la podemos solucionar”, concluyó Petterson.
Fuente MOL
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