Un estratega en la sequia
Miguel Godina, es contador y desde el 2017 comenzó con la experiencia ovina, que dedica un tiempo fuera de la oficina. Desde entonces asiste en capacitaciones y se relaciona con productores de la misma actividad para perfeccionarse en el manejo de ovejas. De esas experiencias, la pastura fue su gran acierto, él implanto pasto Camba, que es su reserva en esta época de sequía donde el pasto natural no creció.
“Venimos bien, pero muy apretados con los alimentos de los animales el pasto no crece a raíz de la sequía”. Comenzó el relato de Miguel, para luego meterse a describir su rutina con las ovejas.
“Tratamos de manejar lo mejor posible a la majada haciendo rotación diaria por potreros y cuidamos de no sobre pastorearlo para permitir que se levante lo más rápido posibles los pastos, porque esta muy lento el crecimiento”.
El pasto “camba” es la especie que plantó en media hectárea cercada.
En Posadas está Campo Mi Flor, es el lugar donde Miguel cría a sus ovejas, allí diseñó los sectores para cada etapa o destino que le da a los animales.
“Lo cuidamos este pasto porque muy buen desarrollo y la que reservamos para las ovejas que están en servicio, le llevamos media hora por día para que se alimenten bien y no destruir esa pastura. Vamos rotando en potreros de veinte por sesenta. El resto de la majada come en otro potrero que tenemos para las madres con cría y los animales en recría están comiendo en otros potreros”.
El cuidado de la pastura
Miguel, especificó la rutina para hacer rendir la pastura en estos días de escases.
“Por la mañana de 4 a 5 horas le llevamos a que pastoren en un campo natural que está más pobre a nivel nutricional y a la tarde otro tanto.
Suplementamos con un poco de maíz a aquellos animales que necesitan; a las que están flacas o, a las madres que están servicio y a los animales que son de re-cría y todo lo que es reproductor para obtener el mayor desarrollo posible”.
El agua
La perforación es el recurso que eligió Godina, le permite contar con el esencial líquido para la majada.
“Constantemente le abastecemos de agua a los animales, sea los que están en el corral de encierre, cuando no están en la pastura tienen agua y sal. Y en los corrales donde están pastando también le llevamos agua. Pero a las ovejas que tienen solo media hora de pastura no le llevamos agua”.
Entre 4 a 5 litros por día de agua, están toman más aguas dijo.
“Hoy estamos contando 130 animales. Dentro de todo este año fue un año diferente, un poco más complicado. No hubo remates, ni exposiciones, pero de igual manera se pudo vender animales tanto en pie como reproductores y de faena desde el frigorífico de San José y Mercado Concentrado. Se dieron algunas cosas que permitió a que los productores continuaran en la actividad”.
“A pesar de todo fue un buen año positivo para el sector ovino”, concluyó el relato de Miguel Godina, un contador público y productor de ovejas a quien quisimos entrevistar para conocer de cerca los resultados que se obtiene en el campo cuando la planificación esta antes que la actividad y la importancia de la capacitación permanente para el buen manejo de las ovejas.
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