Desde el INYM ven importantes avances en los primeros meses del Servicio de Extensión Yerbatero

Las chacras están cambiando.  Ahora se mira al suelo para mejorar la fertilidad;  se corta la planta de yerba mate estratégicamente para que la brotación sea más vigorosa; al cultivo se le suman árboles nativos para restablecer el equilibrio natural que evita plagas y mitiga los efectos del clima; el agua de lluvia ya no pasa de largo, se queda para incrementar cosechas; un cuaderno para el registro del comportamiento del yerbal y del tiempo es parte ya de la cotidianeidad, y reunirse con los demás productores, un hábito que fortalece.

Son los nuevos yerbales, impregnados de prácticas amigables con el ambiente y cargados de esperanza porque van camino a aumentar la productividad de manera sostenible en el tiempo. 

El objetivo que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) se propuso en noviembre pasado, al crear el Servicio de Extensión Yerbatero, destinado a productores de hasta 60 mil kilos de hoja verde por año, se consolida con creces.

Los primeros resultados son alentadores, tal como se referenció en las jornadas de evaluación sobre lo realizado hasta el momento que compartieron, el 6 y 7 de septiembre en Ruiz de Montoya, los ingenieros e integrantes del Área Técnica del INYM que trabajan junto a los productores en las chacras, que contó con la presencia del presidente de la Institución, Juan José Szychowski, y los directores Denis Bochert, de Cooperativas; y Nelson Dalcolmo y Jonas Petterson, de la Producción.

“Hoy contamos en el INYM, por primera vez en la historia, con un equipo de 12 profesionales que se dedican exclusivamente a mejorar la productividad de los yerbales, eso nos llena de satisfacción y aún más cuando vemos que son los mismos productores los que demandan esta asistencia, lo que significa que vamos por el buen camino y lo vamos a fortalecer”, expresó Szychowski.

El servicio técnico es integral, abarca no sólo conservar la fertilidad del suelo y aumentar los rindes de las cosechas, sino también asistir en la gestión de programas y otras necesidades que demanden los productores. “Este vínculo directo que actualmente tenemos entre la Institución y más de 500 productores tiene como objetivo primordial contribuir a que puedan mejorar su capacidad productiva  y su calidad de vida;  son los productores los que van marcando las necesidades y nosotros  estamos a su servicio”, ponderó.  

En la misma línea, el Presidente del INYM remarcó la articulación con otras instituciones ligadas al agro y a la educación para afianzar el beneficio en las chacras. “Nuestra Área Técnica e ingenieros, brindan charlas y capacitaciones a productores y estudiantes junto a sus pares del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones, la Universidad Nacional de Misiones, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la Universidad del Alto Uruguay, la Escuela de la Familia Agrícola, el Instituto de Educación Agropecuaria y cooperativas; es decir, estamos inter institucionalmente  unidos y con acciones concretas para aportar beneficios al sector rural”.

Nelson Dalcolmo, director por la Producción en el INYM, destacó que el Servicio de Extensión promueve el intercambio de información y experiencias entre los productores, aportando datos que permiten mejorar las labores en cada yerbal. “Todo el extensionismo se hace trabajando en grupo. Cada técnico está con 50 o 60 pequeños yerbateros, y  se reúnen en jornadas de capacitación, donde comparten las prácticas que vienen realizando”, dijo. “Hay un asociativismo implícito en torno a una finalidad que es cuidar y mejorar el yerbal y esto es muy alentador porque solo  podemos crecer en conjunto, socializando información, cooperando”, agregó.

Sistema de cosecha, suelo y agua

Cómo mejorar el corte de la planta de yerba  mate y la sistematización de suelos y caminos para evitar la erosión y retener el agua de lluvia, fueron los temas más requeridos y compartidos entre los técnicos y productores.

 “Las capacitaciones se brindan a demanda de los productores y en función del diagnóstico del sistema productivo”, explicó el ing. Matías Bazila, jefe del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM.  “Hay dos líneas generales: una es el proceso, o sea la implementación de prácticas que devuelven vitalidad al yerbal, y otra es facilitar el acceso a insumos, como semillas de cubiertas verdes. Los dos son sumamente importantes y previo a aplicarlas, lo que hacemos es tomar muestra de los suelos para determinar qué minerales y nutrientes necesita y el estado general de la plantación, a partir de eso se inicia la asistencia”, agregó.

Entre noviembre de 2020 y principio de agosto de 2021 se realizaron 153 jornadas de capacitaciones en los yerbales, con la asistencia de 2.412 personas. “La respuesta de los productores es totalmente positiva”, dijo Bazila. “En manejo de planta se aprende sobre  cosecha de rama madura, poda de formación, rebaje y renovación, y en  sistematización hemos  alcanzado 14.313 metros lineales de caminos vecinales e internos con lomos y pozos de decantación, y 246 hectáreas de suelo con curvas de nivel y formación de terrazas, cifras que deben considerarse teniendo en cuenta que es un trabajo realizado en muchas pequeñas superficies, en yerbales de pocas hectáreas”, agregó.

Bazila subrayó que mediante el Servicio de Extensión Yerbatero “podemos decir que hoy tenemos análisis químico del suelo de cada una de las zonas con yerba mate y nos encontramos con diferentes situaciones: suelos en buenas condiciones y suelos muy degradados, donde estamos con recuperación de  contenido de materia orgánica, de nutrientes y balance entre los nutrientes en el suelo”.

La cobertura verde cumple un rol fundamental. “Hay que reponer al suelo lo que extraemos con la cosecha, observar y trabajar en base al análisis químico, a la fertilidad física, como ser la compactación, y a la fertilidad biológica. Esos tres tipos de fertilidad van de la mano, por eso es tan importante trabajar con lo que es cobertura verde, tanto la espontánea, o sea manejando la capuera sin eliminarla, como la implantada, con avena, raygras, mani forrajero y otras”, señaló.

Para cubrir esa necesidad, el INYM distribuyó 3.600 kilogramos de semillas de cubiertas verdes de invierno entre los productores, que a su vez hacen de semillero para multiplicarlas en otras chacras. Se trata de las especies Rye-Grass o Azeven (Lolium multiflorum), Avena Negra (Avena strigosa), Vicia Villosa, Trébol de carretilla (Medicago polymorpha), Nabo forrajero (Raphanus sativus), y Lupino.

El manejo y monitoreo de plagas y enfermedades y la presencia de árboles nativos en la plantación de yerba mate, también es parte de la agenda. “En todo sistema debe haber un equilibrio, químico, físico, microbiano por debajo del suelo y por encima también, para mantener la producción en el tiempo”, enfatizó Bazila. “La yerba mate es una planta originaria de nuestra zona y si en el yerbal tenemos otras plantas nativas, lo que vamos a ir logrando es restablecer el ambiente natural,  con efectos como la disminución de productos químicos, la presencia de aves e insectos que controlan plagas y la mitigación de lluvias y vientos intensos, y de las altas temperaturas en verano”, indicó.

Además de evaluar lo actuado hasta la fecha , durante las jornadas en Ruiz de Montoya se planificaron  los próximos pasos del Servicio de Extensión Yerbatero.

Plan Estratégico

El Servicio de Extensión Yerbatero del INYM se enmarca en los lineamientos del Plan Estratégico para el Sector Yerbatero, cuyo item 2.6 establece “aumentar la productividad de los  yerbales de los pequeños y medianos productores en forma sustentable a través de la implementación de buenas prácticas de manejo y tecnologías apropiadas, mediante asistencia técnica, financiera y  capacitación”.

El Plan Estratégico es el resultado de un trabajo en conjunto durante dos años (2012 – 2013) entre el INYM, el INTA, la UNAM y los Gobiernos de Misiones y de Corrientes. Establece líneas de acción hasta el 2028 para “lograr una actividad con la mayor cantidad de actores, competitiva, socialmente responsable, equitativa y ambientalmente sustentable, que ofrezca al mundo productos naturales, genuinos y de calidad”, según la visión acordada por los integrantes del sector.

Prensa INYM

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