La eliminación de cultivos en la región productora paraguaya y la imposibilidad de que, en el corto y mediano plazo, Brasil reemplace sus campos de soja para plantar la hoja verde, alienta a los colonos a pensar en “sentarse” arriba del producto y no vender a nadie si es que no ofrece un “precio justo».
Con el fin de una de las zafras más negativas de los últimos 20 años, el sector productivo de la yerba mate misionera analiza contrarreloj medidas que sirvan para lograr un precio justo. Pero, si no lo logran, pretenden que la industria “no tenga ni un kilo si no paga”.
Por el momento hay algunas variables a favor de los colonos de la tierra colorada; la primera: el Estado provincial estudia la creación por Ley de una Comisión Reguladora del Precio, donde la cadena productiva local, presididos por el Ministerio del Agro, acuerden un valor justo.
En segundo término, aparece la posibilidad firme de avanzar con el planteo que existe entre los mismos colonos de no vender, tema sobre el cual giró el debate en las distintas asambleas y donde se llegó a un acuerdo para no empezar la zafriña, si no surge una mejora en los márgenes de rentabilidad.
“Nos estamos organizando en toda la provincia y en cada municipio se va a tratar de controlar, por lo tanto no se va a permitir circular con hoja verde o canchada, eso es lo que estamos trabajando, para que desde el primer día de diciembre no se deje circular hoja verde ni yerba mate canchada”, reveló recientemente a PRIMERA EDICIÓN el dirigente y productor yerbatero Jorge Kripzuk. Quien había denunciado: “Hoy vemos que los precios bajan en la góndola pero es a costa del productor”.
La tercera variable, y no por ello menos importante, porque favorece que las dos medidas mencionadas en primer lugar tengan la fuerza suficiente para permitir al sector negociar mejor, tiene que ver con que se disipa lentamente el “fantasma” de la importación de yerba del Brasil y del Paraguay.
En ambos casos, el sector (y el mercado) comienzan a dar muestras, que no es más que un mito para asustar que para propinar escarmiento de parte de los formadores de precio.
A fines de agosto la yerba paraguaya fue tendencia en las redes sociales, tras hacerse viral la destrucción de yerbales en Itapúa y los planes de la industria del vecino país para conquistar mercados, pero en Chile
En ese sentido, la Federación de Productores del mencionado departamento, denunció que el precio por kilo cayó casi a la mitad y no es rentable.
Según los datos del sector, la superficie de cultivo de yerba mate en Paraguay, está en torno a las 21.000 hectáreas, contra las más de 150 mil hectáreas de yerba que hay en territorio de la provincia.
¿Y Brasil, o Corrientes?
Entre los otros posibles competidores de la yerba local aparecen Corrientes y Brasil, pero en ambos casos también hay elementos que favorecen a los colonos locales.
“Corrientes tiene tierra para plantar algo más de la yerba que ya produce (que es apenas 12% del total nacional), pero pensar en que puedan plantar la cantidad de hectáreas que tenemos los misioneros, es imposible”, había analizado el subsecretario de Asuntos Yerbateros y productor, Julio Petterson en diálogo con Radio República esta semana.
“En Paraguay los productores arrancan sus yerbales para plantar soja y maíz y ganar mucha más plata, porque para ellos, lastimosamente, es antieconómico plantar yerba porque tienen problema de mano de obra, peor que nosotros, algo que en Brasil es aún mucho más grave”, relató Petterson.
“El brasileño tiene tan tecnificada su chacra que planta soja o maíz, y en los cerros o pendientes, donde no puede producir ganado, plantan alguito de yerba. Más allá que tenga capacidad de expandirse, no hay que olvidar que el vecino país tiene una cultura agraria diferente: trabajan con máquinas y no quieren tener 50/60 personas tarefeando en sus campos para manejar 100 hectáreas de yerba, con las complicaciones que conlleva”, remarcó.
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