El cultivo de yerba mate, es una planta que para desarrollarse exige de un clima y suelo adecuado. También se elige la práctica que aplicará para mantener limpios de yuyos en los líneos de los yerbales, o combatir algunas plagas que suelen atacar la planta.
Aprovechar la naturaleza fue la elección de Otto Waidelich, quien contó a la revista El Agro, que la tarea en su chacra se simplifica sola.
El productor y ambientalista es oriundo de Andresito, es conocido además por ser propietario del Aripuca, un espacio turístico ubicado en Puerto Iguazú.
Un suelo rojo y una vegetación envidiable, al ver que el Palo Rosa (un árbol en peligro de extinción) es parte de ese ambiente natural, cuyo fin es un proyecto productivo de la familia Waidelich.
En Otto, encontramos una valiosa información acerca de la producción de yerba mate, que se desarrolla con otras especies de la naturaleza y del que él cuenta, dan excelentes resultados.
“Crecen plantas sanas” fue la primera frase con la que definió su chacra.
Del que se logra en poco tiempo: “Si, el suelo es bueno en la primera cosecha ya puede ser una yerba orgánica”.
En cambio manifestó: “En el caso de ser un yerbal que contiene sistema tradicional, el periodo de transición dependerá de lo que se haga y como se ayuda al yerbal”.
Para este caso, la trasformación puede llevar de 4, 5 o 7 años dijo el productor.
De su yerbal que son orgánicas sostuvo: “Estas plantas van a cumplir 3 años”.
La certificación orgánica es la garantía de que el cultivo se realizó cumpliendo ciertas normas, brindando confianza al consumidor con un sello.
Al respecto Otto sostuvo que: “La certificación se puede obtener a los tres años”.
Lombriz una gran aliada
Habló de las presencia de lombrices en la superficie productiva: “Para que el suelo tenga la actividad biológica se debe ayudar mucho, porque si en estos suelo no hay más lombrices, ni cascarudos retrasa el desarrollo de la planta».
En este sentido advirtió que: «La gente, cuando usa ganado, o algún insecticidas o antiparasitario, que mata a la lombriz de la tierra el proceso de la planta será más lento”.
Las lombrices, favorecen la incorporación de materia orgánica al suelo y la liberación de nutrientes como el nitrógeno, lo que estimula la actividad de los microorganismos y el crecimiento de las plantas.
Según Otto en un ambiente natural: “Los beneficios, se ven cuando uno ayuda y eso está en un ambiente donde todos los seres vivos conviven. De ahí, lo que plantes será orgánico; un mamón, palmito, la mandioca o maíz, te dan los kilos que tienen dar y son generosos”.
Sacar ventajas aún en la adversidad
El productor oriundo de Andresito contó que tiene tres hectáreas de yerbas nuevas, la que obtuvo luego de sufrir una tormenta que arrojo los árboles, dejo un monte y pasturas.
En la búsqueda de aprovechar todo lo que destruyó el tornado el productor comentó: “Lo que hicimos fue juntar todo, sacamos lo que era para leña, y nunca se quemó nada. Se reincorporó todo, se plantó la yerba dentro del mismo sistema, trabajamos el mismo año que ocurrió la tormenta”.
La yerba mate, al ser una plata que demanda mucha humedad, con la vegetación preservada en la chacra de Waidelich, el suelo adquiere una característica buena, que no sufre las consecuencias de sequias.
En la chacra, solo se permite la intervención del hombre para realizar algunas tareas una de ellas son las zanjas y pozos que tiene como fin, las reservas de agua de lluvias.
La densidad de la planta – hileras dobles
Es una de las características a tener en cuenta en la práctica del cultivo de la yerba mate. El sistema de producción estará condicionado por la disponibilidad económica del productor y la cultura en el que se desarrolle, determinará la elección de la densidad productiva.
De su experiencia Otto, compartió el concepto amigable con la naturaleza, donde contó otra ventaja que le brinda más densidad: “Por eso, la plantación tiene la forma de plantación muy diferente, que es hileras dobles, para lograr una alta densidad en un lugar y dejar un gran espacio libre, donde se va a producir el alimento para re fertilizar la tierra a través de los animales”.
A su modo de ver: “Porque de nada sirve traer animales de afuera, hacer dormir en el yerbal porque hay alta densidad, también se puede, pero es otra cosa”.
Y sostuvo que: “Este, es un sistema que si funciona bien se auto-sustenta. Porque el gasto de limpieza es cero, yerba lo que produce según sea 5, 6 o 8 no sea cuantos mil kilos será prácticamente sin costos y es una plantas sana”.
También señaló de los ataques propios que aparecen a la planta como son los insectos y hongos: “Si una planta que tiene sus ataques normales, acá no perjudican, se ve a una planta que madura en su tiempo, porque no está incentivada con fertilizante. Porque acá la naturaleza hace su ciclo”.
Entre los líneos de los yerbales de Otto, se ven la presencia de ortigas de hojas grandes, es un arbusto que actúa como repelente de insectos.
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