Impulsan la producción de miel de yateí en Misiones

La provincia es una de las principales impulsoras de la producción apícola de esta especie. Hace cinco años fue incluida en el Código Alimentario Argentino.

Dias atrás, alrededor de 20 apicultores e interesados de El Soberbio, Corpus, Dos de Mayo, entre otros, participaron de una charla sobre la producción de miel de yateí en Jardín América. La actividad, a cargo del director de Apicultura del Ministerio del Agro y la Producción de la Provincia, Fernando Müller, arrancó a las 15.30 y se extendió hasta las 18 horas aproximadamente.

Durante la misma, Müller habló sobre las legislaciones que regulan la actividad de la Meliponicultura y explicó que, desde la cartera agraria, trabajan en la habilitación de un registro de productores de miel de abejas nativas sin aguijón.

Por otra parte, aclaró que estas especies están protegidas por ley, por lo que está prohibido su tráfico y comercialización.

La charla continuó con la explicación de las abejas, diferenciación de las distintas especies de ANSA, la conformación de los nidos de yateí, la conformación social de un enjambre, finalizando con los ciclos de reproducción y conformación de nuevos nidos.

Alimento medicinal

Desde el 2019 el Código Alimentario Argentino incorporó a la categoría miel, a la sustancia que producen las meliponas Tetragonisca fiebrigi, conocidas popularmente como yateí o rubita, convirtiéndola en un recurso genuino para múltiples comunidades del norte del país que crían y utilizan estos insectos desde hace varios siglos. La miel de las abejas nativas sin aguijón es usada como medicina y como alimento, tanto por grupos de pueblos originarios como por descendientes de inmigrantes, según reportaron diversos estudios realizados durante la última década por investigadores del CONICET en distintas provincias.

Misiones es la que tiene mayor trayectoria en el aprovechamiento de este recurso y hace más de 30 años promueve talleres sobre el manejo de las abejas en los que, junto a los pobladores, se definen las mejores prácticas de cría, se establecen los métodos para mudar un nido desde un árbol a una caja y se evalúa cuál es el momento más adecuado para iniciar la cosecha.

Además de resaltar su importancia cultural y nutricional, aseguran que mantener y valorizar la cría de meliponas podrá ayudar a la conservación del ambiente, mediante la preservación de fragmentos de bosques nativos que, a su vez, servirán de soporte para la recuperación de especies.

Para producir apenas un litro de miel, una colonia compuesta por 5 mil abejas trabaja todo un año. Esto convierte a la producción de las yateí en un bien sumamente preciado para las comunidades, donde la utilizan selectivamente para fines específicos o la comercializan a más de 100 dólares por litro.

De acuerdo al grupo cultural y a la especie de abeja que prospere en cada ambiente, en los estudios realizados por investigadores del CONICET se han reportado más de 400 usos distintos de las mieles -solas o combinadas con plantas-, que van desde el tratamiento de infecciones en la piel o en el sistema respiratorio hasta la cura de cataratas.

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