La ausencia de heladas permitió un rebrote de las pasturas, pero también permite la proliferación de garrapatas y pulgas.
En Misiones, al igual que en gran parte del NEA, la base forrajera se sustenta principalmente en especies mega térmicas. Estas especies experimentan un crecimiento vigoroso durante primavera, verano y otoño, pero en invierno su desarrollo se ve prácticamente reducido a nada.
Esto plantea un desafío para los productores ganaderos, ya que durante el invierno, la disponibilidad de recursos forrajeros se ve notablemente disminuida.
Para abordar este déficit de comida invernal, los productores deben ajustar la carga durante esta estación o buscar alternativas de alimentación. En este contexto, el INTA Cerro Azul desarrollará una jornada de actualización y capacitación, el próximo viernes 18 de agosto, en la Escuela de Enseñanza Agrícola (EEA) de Cerro Azul, con el objetivo de explorar el rol estratégico de los recursos forrajeros y evaluar distintas alternativas de alimentación.
“El principal objetivo de esta jornada de actualización y capacitación: por un lado adentrarnos en cuál es el rol estratégico que deberían cumplir algunos recursos forrajeros, puntualmente lo que es los verdeos de invierno y después ver distintas alternativas de cómo podemos utilizarlo”, explicó Emilio Maidana, especialista del INTA Cerro Azul, en diálogo con Eco&Agro, y destacó tres alternativas que están siendo evaluadas en la institución.
La primera consiste en analizar el desempeño de especies de verdeo de invierno, como la avena negra y la brachiaria megatérmica, que se ha dejado descansar desde febrero hasta la fecha.
La segunda alternativa implica el pastoreo directo de caña de azúcar, junto con suplementación proteica para optimizar su aprovechamiento.
Y, por último, se ha evaluado una ración completa que incluye brachiaria descansada, caña de azúcar, urea y harina de soja.
Respecto a las temperaturas invernales atípicas del último año, Maidana explicó que tiene sus ventajas para el crecimiento del forraje en la región. “Cuando las temperaturas y la precipitación son adecuadas, la pastura crece, pero por debajo de los 15°C, el crecimiento se detiene, lo que genera un desafío en el invierno”, advirtió.
Sin embargo, el año actual se caracterizó por una ausencia de heladas, lo que ha permitido un rebrote de pasturas en esta época, lo que no es común.
No obstante, estas altas temperaturas invernales también puede ocasionar problemas de plagas, como garrapatas y pulgas, que han afectado a los animales. Este fenómeno representa un desafío para los productores, ya que en invierno generalmente estas plagas son menos frecuentes.
Una productividad emergente
La actividad ganadera en la provincia es relativamente joven y marcó un crecimiento sostenido en los últimos años. Por tal motivo, Maidana destacó el entusiasmo y disposición de los productores para probar cosas nuevas.
“Aunque los precios actuales del ganado no acompañan del todo, muchos productores se mantienen animados y buscan innovar constantemente. La voluntad de colaborar y probar nuevas prácticas agrícolas y forrajeras ha sido clave para impulsar la producción en la región”
Si bien el panorama económico presenta desafíos, la actitud entusiasta de los productores y las investigaciones del INTA abren el camino hacia una ganadería más sostenible y productiva en la región del NEA.
La experimentación con diferentes recursos forrajeros y la disposición para enfrentar los desafíos climáticos marcan una clara apuesta por el futuro de la producción ganadera en Misiones.
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