En el marco de las visitas a empresas de la región, el ingeniero forestal David Monteverde -auditor Líder de la empresa de certificación SCS, una de las empresas certificadoras con mayor presencia en Argentina, explicó diferentes aspectos relacionados a la importancia de contar con una certificación.
Indicó que acceder a mercados internacionales más exigentes y con mejores precios; potenciar la eficiencia productiva debido al ordenamiento de los procesos internos; consolidar la imagen sectorial gracias al compromiso ambiental; armonizar la relación con su entorno social; y reducir los índices de accidentología laboral, son solo algunos de los aspectos positivos más sobresalientes.
En Misiones, el profesional recorre industrias y controla el proceso que llevan adelante las firmas Forestal Guaraní SA, Aserradero Puerta de Misiones SRL y Valerio Oliva Forestal SA (Grupo “APICOFOM”), y los establecimientos Aserradero Gregorchuk, San José SRL y Forestal y Ganadera INDUMARCA SA – FYGISA (Grupo “APICOFOM Sustentable”). Ambos Grupos están integrados por empresas asociadas de APICOFOM, entidad que actúa como Oficina Central de la Cadena de Custodia Multisitio PEFC.
Monteverde afirmó que la Certificación Agrupada favorece a las empresas pequeñas y medianas a las que se les complicaría afrontar los gastos de manera individual.
“Requiere de cierta organización pero habiendo una Oficina Central como la que representa APICOFOM, el tema se simplifica bastante, ya que la entidad supervisa y monitoriza el proceso y su funcionamiento. Ahora, como Auditoría, básicamente venimos a ver que se sigan cumpliendo todos los requerimientos de la norma de certificación respecto de lo que es el origen de la materia prima con la que trabajan”.
En este punto precisó que: “por ejemplo, es obligatorio que dicha madera provenga de bosques cultivados certificados, de fuentes controladas, que den cuenta del origen legal de la madera y también se controla la formalidad del empleo y el cumplimiento de las normas de seguridad y salud, requisitos indispensables para poder ingresar a una Cadena de Custodia PEFC. Además, controlamos la trazabilidad dentro de la industria para evitar que ese material se mezcle con otros sin los control de rigor”.
Beneficios directos
La preocupación global por el cuidado del medioambiente se plasmó en el comercio exterior a través de requisitos puntuales para ese objetivo, y los destinos más exigentes van imponiendo nuevas reglas, una de ellas, la Certificación de los productos que ellos importan.
“En algunos casos esa es una demanda directa del cliente, pero también ocurre de manera indirecta, por ejemplo, un proveedor que tiene que demostrar que su materia prima es Certificada. En ese sentido, el sello permite -entre otras cosas- captar nuevos clientes o retener los que ya tienen”.
Pero añadió que la modalidad que se va imponiendo implica otras ventajas adicionales para el sector: Al ordenar sus procesos internos, las empresas mejoran sustantivamente sus parámetros productivos; al demostrar su compromiso ambiental frente a las críticas o cuestionamientos, se mejora la imagen del sector; y debido a los controles relacionados a la seguridad del personal, y organizar capacitaciones puntuales y profesionales, se reducen notoriamente los accidentes en las plantas industriales.
“Una ventaja común entre las empresas medianas y chicas -señaló el auditor- es que sumarse a una Certificación y los controles que ello requiere, les ayudó a ordenar internamente la empresa, mejorando sustancialmente su eficiencia y productividad. Los procedimientos normados permiten cuantificar todos los materiales, analizar los flujos comerciales, detectar fallas y pérdidas, y entender cuáles son los rendimientos de cada proceso”.
“Instalar una Cadena de Custodia PEFC -agregó Monteverde- ayuda a implementar algunos controles internos que casi inmediatamente también sirven para mejorar la eficiencia productiva en los aserraderos. Tras generar la información que necesitan para certificar, las industrias pueden con esa información realizar mejores diagnósticos y tomar decisiones más precisas”.
Luego amplió la referencia que hizo respecto a la relación de las empresas con su entorno social: “Ahora las empresas forestales están obligadas a evaluar el impacto de su actividad, tanto en lo social como en lo ambiental, y a tomar acciones para minimizar o mitigar los efectos no deseados. Este proceso implica abrir la empresa hacia la comunidad que integra, recibir reclamos y consultas, y tomar acciones en pos de solucionar los inconvenientes”.
Finalmente, y en materia de seguridad laboral, Monteverde señaló que “además del control del uso de los Elementos de Protección Personal, que ya es un gran avance, es muy importante la organización de los cursos de capacitación para los trabajadores, con temáticas diversas. Los aserraderos que se acogieron al proceso de Certificación muestran una importante mejora en los aspectos básicos de seguridad y salud ocupacional, otro beneficio muy importante para todas las empresas del sector”.
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