Una peste terminó con su producción de gallinas ponedoras y ahora procura reponerse con otra especie

Fachinal: Fue una pérdida de alrededor de 350 aves, que le proporcionaba más de 9 maples de huevos por días, que  comercializaba en zonas cercanas. El sistema de cría que eligió este productor fue “Huevos de gallinas felices”, es una cría al aire libre. También invirtió en infraestructura para que las gallinas estén cómodas y protegidas de los climas fríos o lluviosos.

Se trata de Marcos Esteban Klin, un productor que se animó a la vida de campo, dejando atrás su oficio de camionero.

 “A fines de noviembre observé que una gallina estaba débil, consulté  con un veterinario no pudo ver cuál era el problema y lamentablemente perdí todo mi lote de gallina. Había llegado a 350 gallinas”.  

En diálogo con la revista El Agro, contó: “La venta me iba muy bien, estaba intentando crecer con la gallinas ponedoras y no pudo ser”.

Como todo productor, que quiere seguir adelante recurriendo al campo para obtener su bienestar económico Marcos, planificó otra cría y cambiar las técnicas para desarrollar su actividad.

“No me quise arriesgar con la misma cría, ahora empecé a criar pollo doble pechugas, los críos más rápido, porque no puedo esperar mucho para salir de estas pérdidas”.

El productor reveló lo difícil que es comenzar de nuevo y de las grandes pérdidas económicas que significó.

“Esa pérdida fue devastadora, sacando un promedio hoy formar una ponedora lleva una gasto de 900 mil pesos y tardas, seis meses hasta que ponen los huevos”.

Una gran inversión en infraestructura que realizó para las ponedoras que terminaron muriendo.

Durante los días que duró la enfermedad en las gallinas no hubo producción contó: “Gasté mucho entre remedios, que se iba probando para tratar de salvar a las ponedoras, le daba más alimento para ver si se recuperaba y eso no sucedió”.

Con las ponedoras, Marcos adquirió experiencias y confesó que era una actividad que lo hacía con mucha pasión. Ahora intenta restablecerse con otras aves.

“A estas aves los crío en un ambiente más controlado, corro menos riesgos”.  

También comentó de su producción de oveja y de las lluvias que aparecieron por su zona.

 “De la pastura prácticamente nada, pero pude hacer una aguada nueva y solucioné el tema de agua para los animales”.

Por la falta de alimentos se vio obligado a disminuir el  rebaño. “No aumenté la producción de ovejas, al contrario tuve que  bajar la cantidad de madres, porque no hay pastos”.

Señaló además que los  costos para aumentar la cría de ovejas son muy elevados.

“Todo se salió de control, está muy difícil para el productor” se lamentó.

Como alternativa en la pastura contó que: “Sembré sorgo, la producción de este año la cosecha temprana pero, no tuve rebrote, por la falta de lluvias”.

La comuna ayudó

Entre las varias dificultades que enfrentó el productor, agradeció la presencia de la municipalidad que asistió.

“Para recuperar la aguada tuve ayuda del municipio que me facilitó la retroexcavadora. Si, uno tiene que pagar los costos son  otros”.

Habló de la importancia de mantener la lealtad con sus clientes.

“La relación con los clientes es muy buena, apenas cuando  descubrí que tenía un problema sanitario deje de vender los huevos para evitar un problema mayor”.

Y manifestó: “Son los mismos clientes, a los que  vendo estos pollos. Y me siguen preguntando si vuelvo a vender huevos”.

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