Llega el frío y aparecen las heladas, si bien en Misiones los fríos no son muy largos, pero las heladas están presenten. Para conocer de estos fenómenos climáticos en esta edición presentamos la 1ª parte, de la mano de Eric Stolar de la Estación Experimental agropecuaria Cerro Azul.
“No todas las heladas son iguales en cuanto a su origen y consecuencias,
pueden ser de IRRADIACIÓN o ADVECCIÓN”, comentó Eric y señaló que
es importante que el productor sepa si va a helar o no en su chacra.
HAY DOS TIPOS DE HELADAS
Helada de Advección; presenta más problemas al ser de amplia distribución por ser un frente frío de enorme dimensiones. Es poco lo que se puede hacer para evitar grandes daños en la plantación. Solo se puede controlar con sistemas activos por aspersión de agua, el uso de fogatas en este caso no funcionan. Sin embargo se pueden tomar algunas medidas pasivas para reducir los daños. Es típica de invierno, aunque de muy baja frecuencia.
Helada de Irradiación; son más focalizadas y sectorizadas. Pueden controlarse con distintos métodos. Comentó: “Estas heladas no bajan, sino que se enfrían primero el suelo y éste enfría la capa de aire más baja. Se inicia en las partes altas. En Misiones, en las lomas de las serranías, ese aire se va enfriando y desciende a las zonas bajas como si fuera agua. Al mismo tiempo en los bajos también, se inician un poco más tarde desde el suelo y asciende.
El techo de inversión normalmente es bajo, va de pocos metros hasta un máximo aproximado de 100 metros. a diferencia de los 2 kilómetros de altura que pueden alcanzar las masas de aire frío que vienen de la Antártida. Cuanto más bajo sea este techo de inversión, será más eficiente el control de las heladas.
En invierno puede suceder ambos tipos de helada de manera independiente, o primero una masa de aire frío provoca una helada adventiva y posteriormente van a llegar las heladas de irradiación.
FACTORES QUE INCIDEN EN LAS HELADAS IRRADIATIVAS
La intensidad con la que ocurra una helada depende de varios factores:
Nubosidad: Cielos cubiertos impiden las heladas. Parte del calor
que irradia la tierra se refleja en las nubes y vuelve a la superficie
calentándola de nuevo.
El viento: la irradiación, esa pérdida de calor del suelo, supone un
enfriamiento de la capa de aire que está en contacto con el suelo.
Sobre todo en los primeros 5 a 15 m de altura. Pasada esa altura se
forma el techo de inversión. Si hay vientos moderados la mezcla entre
ambas capas aumenta y por lo tanto los riegos de helada disminuyen.
Por ello en algunas zonas se usan grandes ventiladores para generar esa
mezcla de aire.
La humedad relativa del aire: si es muy alta, se condensa el vapor de agua y va a
conducir a nieblas pero no a heladas. En ese sentido, la niebla actúa como
protección. Por eso cerca de los ríos, los ojos de agua importante no hay
problemas de heladas. Esa humedad cuando es menor, produce las heladas
blancas y si es muy baja o nula, produce a las helada negras.
La topografía: es el relieve del terreno (serranías). Influyen la orientación (menos dañina si la pendiente está orientada al norte), y la ubicación de la parcela en la loma.
Tipo de suelo: sueltos, pedregozos, se enfrían más rápido porque conducen mejor el calor. La presencia de vegetación alta también aumenta la radiación del calor, por lo tanto el suelo se enfría más rápido. “Hay productores que piensan que la capuera va a proteger la plantación y es lo contrario porque se enfría más rápido”.
Las plantas: Presentan distinta sensibilidad al frío. Hay más resistentes al frío,
como durazneros, ciruelos o vides, plantas que cuando están sin hojas y en reposo,
toleran bien las bajas temperaturas. El problema aparece al salir del invierno o comienzo de primavera cuando están con brotes tiernos y se ven quemadas por las heladas tardías.
Es importante en zonas bajas y con estas heladas atrasar las podas.
Frutales subtropicales como ananá, los maracuyá, banano, mamón; los principales daños
ocurren en invierno. Estos frutales por debajo de 12°C ya comienzan a sufrir daños (aunque no los veamos) por enfriamiento, no por congelación.
Citrus, Los limoneros son los más sensibles al daño por helada, seguido de las limas, pomelos, mandarinos y naranjas, estas últimas son las más tolerantes. Trifolio como porta-injertos mejora la tolerancia comparado con otros porta-injertos.
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