De Comandante Andresito, es Iván Zagurak, él creció en un ambiente agrícola, sus padres le inculcaron el trabajo en la chacra y a seguir adelante aún en los errores o dificultades. Fue un legado que lo tuvo que poner en práctica ya, en sus 18 años de edad, cuando una mala jugada del destino le dejó sin su papá. Pasó a tomar el timón familiar, donde además involucraba la responsabilidad de llevar adelante el desarrollo productivo que es muy diversa; yerba, mandioca, ganadería entre otras. Todo lo desarrolla junto a su esposa y dos hijos.
Gentilmente accedió a una entrevista con la revista El Agro develó que: “Nosotros gracias a Dios, siempre tratamos de hacer todo en la chacra, justamente porque en todos los gobiernos hay variantes de precios”.
El joven, es presidente de dos cooperativa, con una ya tiene la experiencia de la oferta y demanda, por lo que no le inquieta el nuevo contexto del país con desregulación de precios. A la vez , reconoce que con la yerba es más difícil.
Explicó que en su actividad: “Hay años que vale más la yerba, hay año que vale más la ganadería y otro año la mandioca”.
Por eso: “Como agropecuarios hacemos más de dos producciones, es lo que hicieron mis papás siempre”.
Atribuyó que en el país: “En cada cambio de gobierno, hay variaciones. Siempre fue así y creo que va a seguir así”.
Debido a que: «Cuando hay mucha demanda y poco producto vale más ese producto. Y cuando hay mucha producción, baja el valor de ese producto”.
Pero diferenció que esa ley de mercado, se da para algunos sectores porque: “Cuando hay sobre producción también nos afecta”.
Iván, estima que la yerba este año hay más del 40 por ciento de producción.
Por lo que ve: “Cuando hay sobre producción funcionaría bien un precio regulado”.
En cambio dijo que cuando hay demanda, no es necesario regular el precio.
Especificó que en la yerba con el INYM hubo cosas buenas: “Pero por las malas acciones que hicieron hoy, pagamos las consecuencias”.
Y contó que es distinto con la mandioca: ”Porque nunca fue regulada el precio, siempre fue por la ley de oferta y la demanda”. Recordó que en Misiones: “En el 2022, cuando hubo sequía la mandioca valía oro, hoy hay exceso de producción y los precios cayeron”.
Cooperativista y presidente a los 23 años
Por otra parte con cierta sensatez dijo: “Tuve que llevar las riendas de mi familia. Pasé a ser socio de la cooperativa COFAIAL , luego fui electo presidente cuando tenía 23 años, que sigo hasta hoy”.
De sus obligaciones confesó que influye en su tiempo personal, a veces hay cansancio pero al ver que todo marcha con la ayuda de Dios y, si uno hace bien las cosas después te dan mucha satisfacción; eso nadie te saca.
“Es como que lográs algo para el pueblo y después, te sentás y ves eso, te dan ganas de seguir “aseguró el joven.
Pasó a contar como es ser cabeza de dos cooperativas una, es yerbatera desde hace 1 años es presidente y la otra es almidonera con 6 años de presidencia.
“Hoy gracias a la tecnología, uno ya no pasa tanto en la cooperativa. Uso más la tecnología y no es necesario ir todos los días” afirmó.
De sus tiempos contó que se dividen: “Dos días en la semana estoy en una cooperativa y dos días en la otra. Prácticamente te sobra menos tiempo para uno”.
No obstante sostuvo que: “Si uno hace bien las cosas y eso le sirve a las personas, es muy gratificante porque se ven los resultados”.
Su mirada: “Siempre apostando a las cooperativas”.
Por otro lado reclama más presencia del Estado: “Hay veces que no se puede hacer algo cuando el gobierno de turno no nos da una mano. Por ejemplo, tanto en la cooperativa El Verde, como la almidonera, en los últimos tiempo hicimos todo a pulmón y a ganancia de la propia cooperativa. Sin la provincia, ni el gobierno nacional”.
En cambio observó que la ayuda: “Si hay, para otras empresas que están más amigables políticamente. No, se les brinda más atención a las que realmente están ayudando a la economía de un pueblo”.
Como mensaje a los jóvenes agricultores
“No desistan de producir en la chacra, que sigan incentivados porque hay años buenos y malos. Pero la satisfacción de producir alimentos, es algo que sale de nuestra tierra y que se comercializa en el mundo, eso me da mucho orgullo, esa satisfacción no te paga nadie”.
En este sentido destacó a los jóvenes de su pueblo: “Que fueron afuera a estudiar y volvieron a Andresito, son muy reconocidos. Y los que no pudieron ir a estudiar siguen invirtiendo, impulsando al sector agropecuario que por ahí hoy, con todo lo que está pasando mucho decaen a la hora de ir trabajar”.
Concluyó con: “No hay que bajar los brazos decía mi papá y seguir apostando”.
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