El grupo de jóvenes que impulsa la Cooperativa Ecológica Integral de Trabajo de Wanda estimula a los hijos de los colonos a quedarse a trabajar la tierra y aportar su granito en la lucha contra el uso de agroquímicos.
Viene muy bien la cosecha de banana, mandioca, ananá, maracuyá y palta que producen los asociados a la Cooperativa Ecológica Integral de Trabajo de Wanda, que nació con el desafío de estimular a los hijos de los colonos a quedarse a trabajar la tierra y de esa forma aportar su granito en la lucha contra el uso de agroquímicos.
“La mandioca es nuestro producto estrella, por la cosecha a gran escala porque todos nuestros productores la plantan. Pero sumamos otros cultivos y frutales, como la banana, que si bien es en poca cantidad por el desafío de venderla en otras provincias, por la burocracia que trae consigo sacar fruta de la provincia, pero así y todo cada fin de semana mandamos de dos a tres mil kilos de fruta”, fue el relato que brindó a Eco & Agro, el referente de la entidad Samuel Doichele.
Con respecto al ananá, Samuel contó que existe una muy buena producción tanto en Wanda como en Andresito, mientras que la banana se cultiva en Wanda, San Antonio y Libertad.
“Son todos productores familiares asociados a nuestra cooperativa, entre quienes en promedio plantan siete hectáreas de bananas, cuatro hectáreas de ananá, lo mismo con el maracuyá. La palta la cultivan casi todos los productores, que somos más de 150, que tenemos la planta para que nos dé sombra, pero con una producción de fruta impresionante”, resaltó al destacar que la palta se había plantado para consumo pero surgió un nicho de mercado y ahora se la comercializa excelentemente fuera de Misiones.
Cuenca de almidón
Tal como se dijo más arriba, la mandioca que también impulsa el motor económico de estos pequeños productores se planta en poco más de 1.200 hectáreas, que se vende a las cooperativas de la ruta 14, a la Cooperativa Mixta de Montecarlo, Cooperativa San Alberto y a Buenos Aires.
“A la Capital del país le estamos mandado de dos a tres mil kilos de producción por fin de semana entre mandioca, banana y palta. Ananá de la temporada de corta entre fin de año y en febrero ya terminó, pero también mandamos en cantidades significativas”, aseguró.
“Misiones tiene una capacidad de producir muchísimo, pero nos quedamos en un techo porque estamos muy solos, sin asistencia técnica y luchando constantemente contra la burocracia, por ejemplo para poder dar tránsito a las frutas”, explicó.
“Es tremenda la falta de financiamiento, todo lo que hacemos es a pulmón y con la ayuda de la Fundación Sales, que nos proveyó una furgoneta que gracias a ella podemos comercializar más tranquilos”, contó. Por lo pronto, la entidad trabaja con colonos de la zona y cuenta con un punto de venta en Wanda llamado “Mercado Cooperativo”.
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