La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) conmemoró el pasado domingo 30 de noviembre su 92º aniversario, un hito que encuentra a la entidad en un momento particular para la cadena foresto-industrial del país. Mercedes Omeñuka, titular de la entidad nacional, compartió un balance de la situación actual, destacando la representatividad de la Federación y los desafíos que enfrenta el sector.
“Fue un año muy complicado, muy duro, con notoria caída en el consumo y la actividad”, señaló la dirigente durante una entrevista con Radio UP (95.5). “Si bien el impacto no es uniforme en toda la cadena, que abarca desde la primera transformación hasta bienes finales como muebles, casas y aberturas, la situación es preocupante. Misiones, por ejemplo, ha sido una de las provincias más afectadas por la caída de la demanda interna y externa”.
La titular de FAIMA ilustró la disparidad con ejemplos: “Mientras algunas pequeñas y medianas fábricas de muebles a medida pueden tener demanda hacia fin de año, grandes fabricantes de aberturas en Buenos Aires se encuentran con un stock enorme debido a la paralización de obras. La primera transformación también atraviesa momentos complejos, especialmente para las PyMEs que dependen de proveedores externos de materia prima”.
Un factor clave que golpea a la industria es el aumento constante de la materia prima, la energía y otros insumos, como el combustible. Omeñuka enfatizó que estos incrementos: “No pueden ser trasladados a los precios de los productos, lo que afecta directamente la rentabilidad de las empresas”.
Tras asegurar que “más de la mitad de las cámaras asociadas está en dificultades”, la empresaria precisó que “entre el 60% y el 70% de ellas están atravesando un momento difícil. Esto se debe a que la gran mayoría de los socios o miembros de estas cámaras son PyMEs, el sector más golpeado actualmente”.
Expectativas ante las reformas
A pesar del panorama, FAIMA mantiene reuniones permanentes con distintas áreas del gobierno y tiene “muy buena recepción” La Federación alberga expectativas positivas respecto a las modificaciones que el gobierno está impulsando, como la modernización de la ley laboral y las reformas impositivas. Se espera que estas medidas beneficien a las PyMEs, aunque aún no se han plasmado en resultados concretos.
“Si bien las tasas de interés han bajado en los últimos días, aún no son lo suficientemente accesibles para que las empresas puedan obtener líneas de financiamiento para capital de trabajo o inversión en equipos y maquinaria. La necesidad de ser más eficientes y competitivos -afirmó- implica inversión, algo que hoy no es posible debido a las altas tasas”.
La importancia de la reactivación del consumo
“FAIMA confía en que las reformas propuestas, como una contratación de mano de obra más laxa y posibles mejoras impositivas, actúen como incentivos para las PyMEs”, indicó Omeñuka, subrayando la necesidad de una flexibilización en el consumo, que podría reactivarse rápidamente con algunas modificaciones gubernamentales.
“La Federación espera que el próximo año traiga un escenario más favorable, deseando que las dificultades actuales se conviertan en una anécdota. FAIMA, que representa a 28 instituciones, continúa trabajando para que la economía reaccione y las PyMEs puedan superar este momento delicado”, sentenció.
Fuente Radio UP
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