La historia es de Adelina Andrea Fernández, tiene una chacra de 9 hectáreas a la que bautizaron “Don Sebastián”, se ubica en Colonia Yabebiry, de Oberá. Allí, junto a su familia vieron el potencial productivo en las crías de cerdos, ovino y caprino con destino de comercializar la carne.
“Nuestra chacra es familiar, en un principio era para consumo y después tuvimos las ganas de sacar provecho y vimos en los cerdos para comenzar a producir, luego con ovino y hace 3 años que comenzamos con las cabras”.
En cuanto a los: “Cerdos tenemos raza Pietrain y Landrace, su comienzo fue a través de una cabaña de Buenos Aires, quienes fueron nuestros proveedores, en grandes reproductores tanto machos como hembras”.
Para trabajar con los animales que son diferentes en sus desarrollos, fue necesario invertir en infraestructuras que les asegure buenos resultados en la producción.
“Cada especie esta distribuidas en tres galpones bien separados” aseguró la productora.
La planificación es fundamental para construir el lugar adecuado a los animales, asegurandose un desarrollo productivo rentable, fue la estrategia que uso Adelina, junto a su familia.

“Fuimos, viendo las necesidades para que ellos se reproduzcan en un ambiente ventilado, oxigenado, para que no sufran estrés y que los ayude a tener buen desarrollo reproductivo”.
El galpón de cerdo se dividen en: “Área de madres, para las chanchas que están por parir. El sector de lactancia cuando las madres ya están paridas con sus lechones. Otra parte es para el destete, donde van los lechoncitos cuando son separados de las madres. Y el espacio reservado para los que están en la etapa de engorde, a ellos le damos alimentos balanceados porque son específicamente para carne”.
Trabajo con tres razas de ovino
La cría de oveja para comercializar no fue el primer proyecto para Adelina, que llego a trabajar con 3 razas y luego decidió producir en mayor escala.
“Con el ovino fue por gusto, tuvimos primero la raza Hamphire Dow, nos dio muy buenos resultados. Pero al ser un animal que requiere de muchos cuidados optamos por las razas Santa Inés y Dorper, son las que estamos criando al ser más rustico, también son más fácil de tratarlos el día a día. La verdad que me da unos borregos increíble, para mi finalidad es la carne”.
Para llevar adelante las crías de los animales menores, Adelina se organiza con una rutina que comienza por la mañana temprano.

“Cada galpón tiene su propio depósito de alimentos ya sea para los cerdos, lactancia para las madres, a los lechoncitos destetados, concentrados se les da a los son para carne”.
Para las ovejas tenemos alfalfa, maíz, sal ovina y a los chivos también tienen sus alimentos. Se prepara para cada especie su nutrición, sostuvo la productora.
También implementa el pastoreo rotativo: “A las ovejas además le destinamos un sector de la chacra para pastorear, fuimos armando potreros con boyeros eléctrico. Hacen el sistema rotativo, se les larga a las 9 de las mañana cuando no hay mucho rocío, para evitar la proliferación de parásitos”.
La rutina con las ovejas culmina al caer la tarde: “Eso de las 17 horas comenzamos a llevarlos a sus respectivos galpón donde se les hace un control, le cuidamos mucho en la sanidad”.
El acompañamiento del profesional es clave para Adelina, que manifestó: “Por suerte tengo un buen veterinario, estoy tranquilar por su asesoramiento”.
Comentó de la cantidad de animales que componen en su chacra: “Tengo 90 ovejas y cuatros carneros. De cerdos hay 11 madres y dos machos. Cabras tenemos 15 y dos machitos”.
Aclaró que: “Con las cabras, comenzamos hace poco, fue mi marido el decidió tener para criar son de raza Bóer”.
La comercialización de la carne
Los animales que crían en Don Sebastián, tienen su gran venta en los días festivos: “Por lo general, tengo clientes que compran el cordero entero para un evento o para las fiestas de fin de año”.
El consumo de la carne ovina va creciendo en la provincia y Adelina, confirmó que en su zona ya forma parte de la mesa festiva.
“Acá en la zona de Oberá y San Martín, hay varios productores ovino, la verdad que es una actividad que va creciendo, se ve más interés, al ser una carne que gusta mucho el consumo también aumenta”.
Para el final de la entrevista Adelina, comparte a modo de mensaje su vivencia en la chacra, que es su lugar en el mundo.
“En mi experiencia particular, puedo decir que me hace muy feliz, a pesar que por ahí tiene algunos percances. Es mi cable a tierra, por ahí uno vive muy acelerado pero la chacra me da muchas satisfacciones y me da mucha paz sobre todo me siento muy cómoda, muy feliz. Es algo que se dio sin querer, no estaba pensado dedicarme a esto y la verdad que ahora me siento realizada porque me da buenos resultados”.

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