Hidroponía una actividad en auge

La hidroponía es un sistema de producción donde los nutrientes llegan a la planta, a través del agua, sin participación del suelo. El vocablo proviene de dos palabras griegas “Hydro”, agua y “ponos”, trabajo. 

En esta técnica de cultivo no se usa el suelo. En estructuras simples o más complejas, consiste en producir plantas a pequeña o gran escala de manera eficiente sin perder de vista las necesidades de la planta como ser nutrientes, humedad, temperatura y luminosidad.

Es muy atractiva para muchos productores convencionales que buscan mejorar diferentes ítems en sus cultivos, como rendimiento, eficiencia en el uso del agua, mayor cantidad de cosechas anuales, entre otras. La hidroponía proporciona a gran cantidad de emprendedores iniciarse en la actividad sin haber sido jamás horticultores y en zonas periurbanas, esto a raíz de que la técnica ofrece una amplia gama de posibilidades a quienes se sienten atraídos por cultivar alimentos.

En Argentina, comenzaron a aparecer productores hidropónicos hace ya algunos años, y estos debían realizar un gran esfuerzo de comercialización para que los consumidores conozcan y acepten una hortaliza que no haya sido cultivada en suelo, además de esfuerzos por conseguir los insumos necesarios, ya que gran parte de ellos son importados. Grandes logros se han alcanzado desde aquellos tiempos hasta el día de hoy.

Los productores en general optan por el sistema hidropónico, cuando observan que con mayor o menor complejidad en estructuras y tecnología, este sistema y bajo invernadero ofrece ventajas respecto a los cultivos convencionales, entre ellos, la eficiencia en el uso de recursos, mayor productividad, cantidad y calidad de las hortalizas. Para que un sistema hidropónico sea eficiente y ofrezca ventajas económicas debe cumplir con algunos aspectos, como ser la inversión en materiales de calidad en el armado de los sistemas, el conocimiento certero de costos de producción mediante registro, contabilización y administración de los mismos, esto incluye el uso de las instalaciones en su capacidad máxima o cercana a ella. Una planificación y continuidad en los procesos internos como la siembra y la obtención de plantines de excelente calidad son factores a tener en cuenta.

Los cultivos hidropónicos a escala comercial las podemos repensar como fábricas de alimentos que no pueden detenerse. La provisión de insumos, la energía eléctrica y el agua son recursos estratégicos y esenciales, los mismos deben estar garantizados.

Los volúmenes de producción se incrementan respecto a un mismo cultivo en suelo. Esto es así ya que las plantas se encuentran en unas condiciones de nutrición ideales, con los macro y micronutrientes a disposición en la solución liquida, de forma que apenas hay gastos de energía por parte de la planta en la absorción radicular. Si se formula correctamente la solución nutritiva, no existen problemas de bloqueos y antagonismos entre los elementos nutritivos, optimizando todo el potencial productivo de los cultivos. Para que esto se produzca, el resto de factores productivos, temperatura, humedad relativa del aire, luz, frecuencia de aporte de agua y estado sanitario deben estar en unos valores adecuados. Otro factor importante a tener en cuenta es la calidad del agua, es el punto de partida, se deben realizar análisis periódicos de la misma, verificando que las condiciones sean óptimas, midiendo niveles de pH y conductividad eléctrica habitualmente para garantizar la calidad de la producción.

Por Agro Azul

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