La garrapata común del bovino (Rhipicephalus microplus) es uno de los principales problemas sanitarios que enfrenta la ganadería del norte argentino. Este parásito afecta la salud del ganado, transmite enfermedades como la babesiosis y la anaplasmosis, y genera pérdidas económicas importantes.
Desde el INTA Montecarlo, la Dra. Andrea Pantiu,impulsa un enfoque sostenible basado en el control integrado de la garrapata bovina, que combina distintas prácticas de manejo.
“El control integrado implica aplicar de manera simultánea dos o más técnicas, de las cuales al menos una no debe ser química”, explica la investigadora.
Uso responsable de acaricidas
Rotación y descanso de pasturas
Utilización de biotipos bovinos resistentes
Estas acciones se complementan con diagnósticos periódicos para detectar la resistencia a los productos garrapaticidas y ajustar las estrategias de manejo en cada establecimiento.
“A partir de esos resultados, se puede diseñar un plan adaptado a la realidad local, disminuyendo el uso de productos y previniendo la resistencia”, señala Pantiu.
En Misiones, los equipos del INTA trabajan junto al Laboratorio de Salud Animal de INTA Colonia Benítez (Chaco) para evaluar la eficacia de los tratamientos y fortalecer los protocolos sanitarios en la región.
“La clave está en el manejo integrado y en el asesoramiento profesional: conocer el problema, diagnosticar, planificar y actuar”, concluye la Dra. Pantiu.

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