Expectativas por la sandía tras una temporada pobre

En el corazón de Gobernador Roca, los productores de sandía inician una nueva temporada con esperanza, a pesar de los desafíos climáticos que machacaron la actividad los últimos años. Mientras se plantan las guías y se observa cómo lo sembrado hace 15 días comienza a florecer, tras un 2023 especialmente adverso, la cosecha promete ser diferente.
Pablo Cerevin, un experimentado productor de sandía de Gobernador Roca con 22 años en el sector, mostró con fotos el avance de la siembra de sandía que empieza a mostrar sus primeras flores.

“Hace dos décadas, la producción era considerablemente mayor. En aquel entonces, las condiciones meteorológicas eran favorables, pero hoy enfrentamos una adversidad constante”, explicó Cerevin, quien comentó a ECO & AGRO cómo el cambio climático está transformado la agricultura local y afecta a la producción de sandía en particular.

Este año, según él, las dificultades siguen siendo notorias por causa de las condiciones meteorológicas, pero así y todo, el ciclo promete ser diferente.

La siembra se vio gravemente afectada por las heladas de agosto, justo en la época en que normalmente plantamos. Por esta razón, comenzamos a sembrar en septiembre, lo que retrasará nuestra cosecha hasta principios de diciembre”, explicó.

Esta alteración en el calendario podría volver a resultar en una oferta limitada de sandías y un incremento de precios, con la posibilidad cierta que se vuelva a meter mucha sandía de Brasil.

Pero, las adversidades del clima comentadas por Cerevin no solo se refiere a las heladas de invierno; ya que el productor también alertó sobre el impacto de las extremas temperaturas de verano.

“El frío no es nuestro único enemigo. Si durante el verano enfrentamos días de calor excesivo, la fruta puede quemarse antes de ser cosechada. El año pasado, prácticamente no logramos cosechar nada debido a estos factores climáticos”, lamentó.

Sin embargo, a pesar de los obstáculos, los plantadores de sandía siguen comprometidos con su labor.

“Apostamos por esta nueva temporada, esperando que las condiciones mejoren y podamos recuperar parte de lo que hemos perdido. Sabemos que el clima es impredecible, pero estamos preparados para enfrentar lo que venga”, concluyó el hombre satisfecho porque, a medida que avanza la temporada, las expectativas de los productores se mantienen en alto, con la esperanza de que, a pesar de los constantes desafíos, las cosas mejoren.

“La verdad todo se hace complejo en estos tiempos, desde la compra de la semilla, que compramos en los Estados Unidos y el Brasil, cuyo costo por paquete de mil semillas es de $100.000”, explicó por último.

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