Se trata de la tercera Edición de los Premios Lía Encalada, este galardón honra a las mujeres que transforman el ámbito rural argentino. El encuentro se desarrollará el próximo 26 de este mes, en la provincia de Santa Fe, la misma es organizada por los ministerios de Igualdad y Desarrollo Humano, y de Desarrollo Productivo, junto a la Asociación Civil Mujeres de la Ruralidad Argentina.
El premio, llevan el nombre de la primera mujer en recibir el título de ingeniera agrónoma en la Universidad de Buenos Aires en 1927, buscan visibilizar y honrar las historias de miles de trabajadoras rurales.
De Comandante Andresito fue postulada Carla Andrea Fernandes en diálogo con la revista El Agro comentó de su vida rural:
“La tierra recibimos la herencia de mi suegro, había plantaciones viejas y abandonada porque en aquellos años no valía la yerba”.
Una vez que estaban en la tierra heredada trabajaron para tener mejores resultados: “Había monte, tumbamos la forestación y los yerbales viejos para volver a brotar y que salgan plantas nuevas. También replantamos, vamos mejorando esos yerbales”.
Pasó a contar de las distintas producciones que supieron desarrollar porque: “No tenemos tantas hectáreas de tierras para hacer nuevos yerbales, pero diversificamos, tenemos algo de ganadería, un poco de piscicultura que es más para consumo”.
Carla, además se desempeña como agente sanitario en su localidad, pero no se separa de las tareas chacras.
“Por ahora estoy poco en la chacra porque voy a las salita de Primeros Auxilio de mi zona, si bien al comienzo solo trabajaba hasta el mediodía me daba tiempo para hacer la comida y ayudar en la chacra”.
Pero eso cambió dijo: “Ahora tengo dos turnos en la salita y ya no me queda mucho tiempo para la chacra, es muy poco lo que puedo atender solo riego en la huerta, veo a las gallinas, en ocasiones atiendo a las vacas”.
Las actividades en las chacras, como de las casas no esperan pero Carla se amaña para cumplir con su familia, acompañar en las enseñanzas a sus hijos donde demanda presencia en algunas actividades específica y el trabajo fuera de la casa que también concurre.
“Estoy a las corridas con las cosas de la casa, por las noches cuelgo las ropas que saco del lavarropa. Tengo un hijo chico que va a la escuela primaria y otra hija que va a la EFA, cuando ella está en casa ayuda mucho. Nos arreglamos como podemos”.
En cuanto ser una postulada en el Premio Lía Encalado manifestó: “La verdad que no conocía el homenaje a las Mujeres rurales, esto es una linda sorpresa”.
Confesó que sus salidas suelen ser muy escasas: “Ahora a viajar hasta Santa Fé, solo viaje hasta Posadas y ahora tan lejos estoy muy sorprendida pero muy agradecida por esto”.
Por último la mujer rural oriunda de Andresito, compartió un mensaje dirigida a otras que como ella llevan el orgullo de trabajar la tierra, aunque a veces deben enfrentar dificultades pero Carla las anima:
“A todas las mujeres que no bajen los brazos, ahora más que nunca debemos a estar unidas, junto a sus maridos para seguir luchando y salir adelante con nuestras producciones”.
Otra frase que dijo refiriendose al sector de la yerba mate que este año quedaron sin el INYM para fijar el precio: “Es una lucha que comenzamos juntos y vamos a seguir juntos”.
Carla como tantas mujeres de la chacra, conoce de la lucha yerbatera donde su familia fue parte y en aquella oportunidad se logró el INYM. Ella, mantiene viva el deseo de volver por recuperar ese Instituto, mientras participa en un grupo de watsapp, concurre a las reuniones con otras mujeres de su pueblo para encontrar esa anhelada solución.
Con el ministro del Agro Facundo L. Sartori, Carla (a la derecha) y Susana expusieron su realidad con la yerba mate.
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