Con la demanda de almidón en caída y la competencia con el producto brasileño, productores se ven obligados a cobrar lo mismo que en 2023, pese a la inflación.
La industria de la mandioca tiene previstas una buena y una mala noticia para lo que será la campaña de este 2024. Por un lado se avizora la cosecha más grande de la historia de la producción en la provincia, pero por otro lado el precio de la materia prima se quedó congelado en los mismos valores de 2023, lo cual representa una pérdida de poder adquisitivo de los productores contra la inflación de más de 200 puntos en el último año.
En este sentido, Hugo Reckziegel, gerente de la Cooperativa Agrícola de Montecarlo, explicó que “hay muchísima mandioca tanto de dos ciclos como de un ciclo, así que se acerca una zafra muy buena”.
“Al haber tantas raíces, tenemos garantizado un abastecimiento de fécula muy importante, pero toda buena noticia siempre trae también algún problema, ya que cuando sube tanto la oferta, los precios tienden a estabilizarse. Y con todo el proceso inflacionario que sufrimos, para el productor no es muy agradable que los precios no hayan subido del año pasado a este” señaló.
Según cálculos de la industria, a los productores les pagarán entre $65.000 y $70.000 la tonelada de raíces. Es el mismo precio con el que culminó la zafra del año pasado. Un dato importante es que el mismo fue considerado “muy bueno” debido a la escasez.
“Hay que hacer la salvedad que el año pasado se pagaron precios como nunca seguramente en la historia se habrá pagado. Entonces estaban algo altos, pero con respecto a este año el productor se va a ver perjudicado porque no se incrementó”, dijo Reckziegel en declaraciones a Radio República.
Competencia con fronterizos
El gerente explicó que “tenemos el otro inconveniente de la competencia con nuestros hermanos paraguayos y brasileños que comercializan sus productos a precios muy competitivos, así que todo eso incide en este mundo de la fécula”.
“Tenemos información de que hoy se está vendiendo un kilo de fécula brasileña en Buenos Aires a 730 pesos aproximadamente. Eso quiere decir que el distribuidor la está comprando a menos de 600 pesos, si del importador va directo a los clientes, ese va a ser el precio y va a ser duro poder competir”, advirtió.
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