La cosecha de té se realiza en primavera cuando el brote está maduro, cuidando de las altas temperaturas del sol. Este año la producción se da de manera particular por las reiteradas precipitaciones presentan excesos de producción y no cuentan con industrias para acopiar la hoja verde del té.
Campo Viera vive Carlos Pauluk productor de té «Es la triste realidad que estamos atravesando, ahora es producto del clima» comentó a la revista El Agro al tiempo describió como desarrollan esas actividades: “Todas las tareas culturales que uno hace no sirve si el clima no acompaña, para obtener buenos resultados”.
Y especificó que el clima favoreció a una parte del proceso de la producción: “Este año se produce una situación especial porque todas las tareas durables, como la fertilización que se le hace al té, tiene un acompañamiento de humedad que es necesaria para que todo el ciclo se produzca”.
Pero indicó que: “En los años de vida que vengo con el té nunca pase esto” refiriendose a que este año tiran la hojas cosechadas.
Y contextualizó que en los tésales: “Hay un exceso de producción, hace tres años que venimos atravesando la sequía castigados por el déficit fluvial, pero en cierto modo había un acompañamiento del clima con humedad, que permitía una excelente brotación”.
Carlos recordó que tiempo atras: » Yo cruzaba los caminos y por cada picadas de mi zona encontraba dos o tres secaderos chicos, que ahora ya no están. Hoy tengo que salir al asfalto para ver las pocas industrias que quedaron”.
La falta de industrias preocupa al productor de té
En este sentido señaló otro factor que desfavorece: “No tenemos industrias para que absorba en el momento que es cosechado el té”. Y explicó además que: “No contamos con tiempo, porque el brote se cría y tiene un momento de cortar, ese momento rebalsó por las industrias que hay”.
Por consiguiente ahora dijo: “Los culpables vamos a ser los productores por la mala calidad”.
En tono quebradizo el colono dijo: “Es una vergüenza tirar el sustento de la familia”.
Las deudas que se deben pagar
Karina Gural, es la esposa de Carlos, también manifestó su preocupación por que, al igual que él desarrolla la actividad en la chacra.
“Me preocupa además el fertilizante que se debe pagar. Si bien el gobierno nos ayudó a adquirir ese producto a bajo precio, pero se debe pagar”.
Por lo cual dijo: «Ahora es una deuda que tenemos con el gobierno, es la preocupación que tenemos varios colonos que hablamos de otras localidades”. y agregó «Con qué vamos a pagar sino tenemos ventas de nuestro producto».
Con cierto desánimo concluyó: «Nadie se pone en el lugar del colono, es muy grande la angustia, no se ponen en el lugar del pequeño productor».
Sin el INYM vamos a estar igual que el sector del té
Carlos, además tiene plantaciones de yerbas y manifestó su preocupación por Instituto Nacional de la Yerba Mate, que se encuentra dentro de las medidas del DNU.
Con la actividad del té, son varios los problemas que deben enfrentar de los cuales Carlos señala la falta de un ente que proteja a los pequeños productores.
“La ley yerbatera protege al productor, si bien tienen algunos errores por lo menos tenemos fija un precio base. Si bien nunca sale el precio y va a laudo de nación, pero la nación debe respetar el costo de producción es decir que los colonos tenemos garantizado que se respete el precio base”.
Por lo que acentuó que: “Sin ese Instituto, vamos a estar igual que en el té, va ser a merced de los grandes”.
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