En la zona centro, que fue la más afectada por el vendaval con granizo, los colonos todavía siguen complicadísimos por las cuantiosas pérdidas.
Las fuertes lluvias, que no dan tregua, el granizo y el vendaval de viento que provocó millonarias pérdidas en la producción, complican y mucho a los feriantes.
En los últimos días la copiosa caída de agua dañó a las verduras que se quedaron sin protección; sin embargo, es muy difícil que el colono se quede de brazos cruzados en las chacras y pese a todo se están reconstruyendo con lo que pueden.
Ese es el caso de Gustavo Alvarez, feriante de Piray (Eldorado), quien contó a Eco & Agro el trajín de volver a empezar.
“Todo lo que pudimos resolver, con respecto a los pilares que sostenían los invernaderos, ya pudimos volver a poner en pie, los plásticos va a estar más difícil por los costos, pero por ahora venimos con la suerte que no se están viniendo temporales tan feos como los de la semana pasada”, afirmó.
“Esperanza”
“El mayor desastre se sobrevino sobre el Salto Encantado y Aristóbulo del Valle y San Vicente, allí los invernaderos quedaron destruidos directamente, todavía se están tratando de levantar, porque los plásticos de los invernaderos quedaron destruidos y con la lluvia encima la verdura que estaba lista para la cosecha quedó a la intemperie y se dañó. La situación está muy complicada”, acotó en tanto Wilmar Müller, presidente de la Asociación de Ferias Francas de Misiones (Interferias), en diálogo con este Diario.
“Basta recorrer chacras adentro y también a lo largo de las rutas, donde el paisaje dominante es inundaciones por todos lados”, pintó sobre el escenario. Y comparó: “Así y todo, lo más triste pasaba hace dos años, cuando predominaba la sequía y en las chacras lo único que había eran bancos de humo, por los incendios que se multiplicaban. Entonces, dentro de todo, porque los productores sufrimos daños por la seca y las lluvias extremas, si hay que elegir, es mucho más preferible ver las fuentes de agua que se van recuperando, porque eso da esperanza para el futuro ya que el agua es sinónimo de sostenibilidad del sector”. Wilmar Müller puso en palabras lo que muchos feriantes sienten en estos momentos, porque a pesar de todo, de la tristeza de ver un año de esfuerzo y dinero que se pierde por las malas condiciones del tiempo, se está firme en la lucha.
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