Es la reflexión que deja un agricultor de Comandante Andresito y propone que todos deben ganar, refiriéndose de la ley que prohíbe el uso de glifosato en Misiones.
“Yo creo que no se trata de glifosato, ni de agroquímicos, ni de cosas concretas como herramientas que hacen el trabajo de evitar la competencia”.
Recordó que: “La azada, la rastra, el machete, el Roundup y todos los herbicidas que existen todos tienen un principio común que es evitar la competencia pero matando, vos matas para producir un alimento. Lo cual no está bien, ni mal; pasa que está mal usado, que es la cantidad”.
Del cual sostiene que: “Estamos haciendo el uso durante años y hemos empobrecido a nuestra despensa que es la tierra”.
“Nuestra tierra no tiene vida”
Además de los sistemas productivos en nuestro país, no solamente en Misiones tienen una pobreza entre un 50,70 a 80 por ciento su actividad biológica del suelo, expuso el agricultor que desde año viene trabajando por una producción a conciencia.
Confesó que: “Todos los ingenieros, forestales como los profesionales saben de esto”.
Otto, desarrolla un sistema de producción donde conviven de manera amigable la forestación, yerba y ganadería. Además es el propietario del Aripuca un atractivo turístico ecológico en Iguazú donde muestra la manera de recuperar árboles nativos.
“Hay que replantear el sistema productivo, necesitamos producir alimentos sanos, que sale de un suelo sano”.
Advirtió que: “Cuando el suelo está desequilibrado el alimento no es de la calidad que tiene que ser, es ahí cuando aparecen los problemas”.
Del cultivo de la yerba mate dijo que: “Nosotros no tenemos que ser ningún tonto, la yerba es una planta nativa que permite las barbaridades que hacemos en los 100 años que cultivamos”.
Señaló: “No tiene problema de competencia, tiene problema de manejo” sostuvo y para el cual sugirió que: “Si queremos una yerba sana, debemos buscar un sistema que recicle todo lo que crece junto con la yerba”.
Otto insistió que en la producción: “Debemos producir un alimento a la tierra y producir una yerba sana”.
Y plantea no abusar de los insumos: “Si, de vez en cuando debo colocar una rastra, un arado o un herbicida cual es el problema; es que nosotros nos enviciamos y eso está mal”.
En ese marco reflexionó: “Entonces ahora salimos a defender un producto que nos está matando a mediano y largo plazo no a nosotros solos, no sabemos lo que tiene el producto de la yerba, pero si mata a nuestro suelo”.
Por lo expuestos abre un interrogante: “¿Porqué crece la maleza, o los arbustos?”.
“Crecen porque son defensas del suelo, nosotros le dejamos expuestos al sol, al agua y las malezas es una defensa de la naturaleza. Nosotros interpretamos todo mal”.
Para Otto: “Se trata de otra visión, es una discusión a mediano y largo plazo. Ni siquiera discutir del herbicida usar o no, se trata de la vida que debemos garantizar a nuestros hijos, nietos y bis nietos que se quieran quedar ganando plata y produciendo alimentos sanos”.
“Una discusión donde todos seamos partes”
De lo contrario dijo: “Sino es hambre para mañana”.
La ley, toco el cascabel al gato y ojalá que se permita la discusión como sociedad que queremos producir, que calidad queremos ofrecer a nuestros consumidores, sugirió el agricultor.
“Nadie tiene que perder plata”
Como resultado manifestó: “Todos tenemos que cambiar la forma de producir donde todos ganan. Porque tenemos tantos subsidios del ambiente, Misiones es un lugar privilegiado”.
No obstante observó: “Lo que pasa si torcemos la ley para beneficios de un grupo para ubicar un geniol por bayaspirina es un poco más que eso”.
Para el final de la entrevista con la revista El Agro Otto, anima a sus pares del campo: “Empecemos a defender una producción sana de yerba, té o huerta”.
Propone: “Encarar la vida donde el ser humano produce para compartir y no solo producir sin importar la calidad”.
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