El emprendedor Darío Cordes eligió El Alcázar para vivir y montar su empresa: una firma pionera en construcción sustentable que produce “ladrillos de madera” hechos a base de aserrín y raleo.
Consagrado como el “Embajador de Emprendimientos Sustentables 2017”, el austríaco Darío Cordes eligió El Alcázar para vivir y emprender, según dijo a Eco&Agro.
“Nosotros trabajamos un material y una tecnología de formato de construcción sustentable e innovadora. Puntualmente trabajamos con fibra de madera mineralizada, que es un material compuesto a base de pino, donde el 80% es madera, aserrín y raleo”, acotó.
Y amplió: “Lo que logramos con eso, si bien es madera, su composición nos permite salirnos de las estructuras típicas y podemos aventurarnos dentro de otros métodos constructivos”.
“En la actualidad, puntualmente estamos trabajando mucho en lo que es encofrados sistemas ICF, que es un tipo de construcción modular que acelera bastante los tiempos en obra y compite de igual a igual, incluso supera en bastantes aspectos, a la mampostería tradicional o la construcción convencional”, según explicó.
Destacó el emprendedor: “Es una tecnología suiza que nosotros la adaptamos a las normativas y exigencias locales y a la materia prima local: por supuesto también a través de un trabajo conjunto con Europa para la transferencia tecnológica. Hoy estamos sentando buenos antecedentes dentro de lo que es la construcción con madera, pero ya en una generación de materiales compuestos con esa base”.
“Nuestra intención de estar en Misiones tiene que ver con la ubicación estratégica para exportar a Brasil y Paraguay; entendemos que el polo forestal tiene suficiente volumen para generar exportaciones, que aunque en este momento las condiciones no son las más adecuadas por una cuestión de cotización cambiaria, vemos que esto se está normalizando”, finalizó.
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