Historia de la chacra; viene de El Soberbio km 18 ruta 13 Paraje Lapacho. Allí, vive Ana Da Silva Elauterio, con su esposo y su hijo adolescente. Todos participan en la tarea de cuidar el galpón donde crían gallinas ponedoras con fines comerciales.
Para incursionar en la producción de pollos a galpón Ana, recurrió a varios organismos de financiamiento contó.
“Comencé con el PRODERI, PRODEAR Y SACRA PRODUCTIVA, con Élida Vigo y Acción Cooperativa, ellos me ayudaron para comenzar con el galpón y así criar las pollas. Hasta ahora sigo con ellas” .
Mil cien pollos
“Con mi familia hacemos los trabajos; somos tres y nos dividimos las tareas, mi hijo ayuda para juntar los huevos” contó la productora de El Soberbio.
Los trabajos con los pollos fue creciendo con el tiempo.
“Llegué a tener mil cien pollos; ahora tenemos 950 pollas descarte algunas que ya no producen mas huevos” dijo Ana.
“Vivimos de los que producimos”
“Estoy muy orgullosa con lo que hago porque somos una familia que todos los días trabajamos, no tenemos nada regalado, no cobramos pensión, ni nada de planes. Vivimos de los que producimos”.
Con énfasis dijo: “Estoy muy contenta con la venta, todo lo que hago vendo acá en El Soberbio, estoy muy feliz por eso”.
La capacitación fue clave para Ana.
“Empecé sin conocer de la cría de gallina en galpones, solo sabía de la cría de gallinas las que teníamos en casa. Me capacité para aprender como recibir a un pollito, como despicar, como también a vacunar”.
De sus comienzos Ana recordó: “Nunca me voy a olvidar de la doctora Lilian Sosa, vino del Ministerio del Agro. Ella, vino a mi casa para ver donde podía hacer el galpón, fue muy exigente, pero excelente, porque me gusta la gente que nos indica para hacer bien las cosas”.
De lo aprendido dijo: “Ella, nos enseñó todo de las vacunas y de los medicamentos que se deben dar a las pollas”.
A pesar de sus años de prácticas en la cría de pollos Ana, no deja de concurrir a las capacitaciones, o de recibir a los profesionales en chacra para seguir mejorando en su trabajo.
“Ahora seguimos trabajando con María José, también es del Ministerio Agro, siempre hay algo para aprender. Hay ocasiones en que ellos, me invitan a las capacitaciones para contar a otros de mis experiencias”.
A las cinco de la mañana Ana enciende la luz de su cocina, prepara el mate para compartir con su marido, compañero y socio de trabajo. Luego emprenden con las tareas en la chacra.
“A las 6 de mañana mi marido va a darle el alimento a las pollas y desde esa hora ya comenzamos a trabajar con ellas. Luego a las 8 recogemos los huevos, que lo hacemos más o menos cada dos horas”.
La recolección de huevos hace en dos etapas; durante la mañana que cuando hay mayor producción y por la tarde vuelven a juntar ya en menor cantidad.
“Cuando están en producción se les da solo una vez al día el alimento, el agua no falta en los bebederos, que son automáticos. No debe faltar agua en el tanque. Por la tarde le damos algo de verduras”.
La productora de pollos contó de los días fríos, donde las heladas fueron muy intensas en Misiones.
“Con el frío fue muy difícil, la humedad, la neblina tuvimos que limpiar más de seguido el galpón para que tengan la viruta seca y bajamos las cortinas, para protegerlas”.
Y contó que en su zona se acentúa más las bajas temperaturas:
“Acá donde vivo la neblina a veces dura hasta las una de la tarde. Tarda para salir el sol”.
Esos días de muy bajas temperaturas mermó la producción de huevos que fue de: “De 400 a 350 de huevos que juntábamos por días, esos días no llegamos a los 300” dijo.
Ahora las gallinas volvieron a poner más huevos contó Ana:
Las verduras orgánicas, también forman parte de la producción y tiene muy buenas salida en las ferias.
Ana, deja un mensaje, dirigido especialmente a las mujeres.
“Si se puede producir lo que es alimento todo se vende, no hay que desanimarse cuando hay día en que la venta no es buena. Lo que es alimento siempre podemos producir y llevar a la mesa de todos los misioneros productos frescos y sano.
Yo quiero, yo puedo y soy capaz”.
Dejar una contestacion