Marcos Esteban Klyn, vive en Fachinal y apuesta a la producción de oveja y gallinas ponedoras. Para el desarrollo implementó buena infraestructura que le asegura la continuidad de la producción.
“En este momento estoy criando ovejas desde hace cinco años. Otra cría que comencé a producir de a poco son las gallinas ponedoras, las crio a campo”.
Cría de oveja contó: “Madres, hay alrededor de sesenta y la idea es seguir produciendo”.
Marcos, trabaja solo en el campo, se ingenia para brindarles buenas instalaciones a sus animales y protegerles en los días fríos, lluviosos y de los peligros con otras especies.
“Ahora, estoy cerrando con tablas, porque tengo problemas con los zorros que llevaban los corderos recién nacidos. Estoy en la parte de techo” dijo.
“De a poco, pero con mucha dedicación las instalaciones voy mejorando, va a estar bien terminado para el año que viene donde, las ovejas van a entrar en servicios”.
Y explicó: “Tengo que cambiar el carnero, por la sanguinidad porque ya tiene hijas no tiene que estar en servicio con las nietas. Trabajo con la raza Dorper. La idea es trabajar para buscar la raza, que lleva cinco cruzamientos, se van cambiando el carnero, pero no la raza así en la quinta voy a tener la raza pura. Voy por la tercera parte de cruzamiento”.
Del destino que le da es la carne dijo, también vende ovejas adultas y borregas: “Yo hago una selección de borregas y vendo a los productores de la zona”.
Los cueros, vellones también se vende un poco contó.
Huevos de gallinas felices
Es un sistema donde las gallinas son criadas al aire libre, es la manera que prefirió Marco para trabajar.
“Elegí las ponedoras y pedí el asesoramiento del veterinario que me dijo para vacunarlas”.
Y describió: “Compré los pollito hice todo el desarrollo. La ponedora colorada es un ave más dócil y se acostumbra más que una gallina de campo y la postura es mayor si se hace un buen desarrollo”.
Otra característica que señalo Marcos: “Es un animal que no se va a todos lados, hice un período de acostumbramiento al lugar ellas van al gallinero solo a ponen los huevos y el resto del día están en el campo. Son las gallinas felices”.
Comenzó con 20 pollitos, luego agregó más y ahora tiene 300 gallinas. Logra sacar 7 maples de huevos por día, que por ahora comercializa en la zona.
Contó que en el municipio vienen trabajando para tener una feria en la “Eso, sería muy bueno, el año pasado hicimos un curso para una cooperativa”.
La infraestructura
El productor que tiene acento porteño, dejo atrás el oficio de camionero para dedicarse a la actividad del campo. Contó que para desarrollar su trabajo con los animales de granja vendió los camiones.
El galón, que construyó Marco con sus propias manos cuenta; con un espacio amplio que alberga cómodamente a sus gallinas.
“Preferí hacer bien de una sola vez y olvidarme después. Mientras iba desarrollando la cría, con ayuda de mi papá y amigos lo hicimos”.
El galpón cuenta con bebedero automático, el diseño del comedero es también de su propia creación. Las perchas, bien seguras para que duerman las gallinas.
Otro recurso que tiene son; 2 tambores de agua, para los días de escases que le asegura tres días de agua a sus gallinas.
Contó que los animales toman agua limpia, que no debe faltar.
“Para los casos donde hay que darle medicina, como un antiparasitario, no pueden permanecer sin agua”.
La decisión de construir un buen resguardo dijo que prefería invertir bien de una sola vez y quedarse tranquilo para trabajar con las crías que tiene en las 20 hectáreas. Más adelante pretende seguir ampliando su producción.
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