Desde el próximo lunes comenzarán a dejar su producción en San Vicente, Leandro N. Alem y Guaraní. Massalin con 10 mil toneladas y CTM con 9.500 toneladas son las que más estiman acopiar este año.
Las bocas de acopio de las industrias están habilitadas desde la semana pasada, aunque sólo ingresaron algunos cientos de kilos en una de las empresas. Recién el próximo lunes 5 de abril, la totalidad de las acopiadoras recibirán a los productores para comprar su tabaco Burley.
En esta oportunidad, bajo un sistema de turnos, unos 12.400 productores misioneros llegarán a las bocas de copio establecidas en Leandro N. Alem, Guaraní y San Vicente.
Las industrias habilitadas son CTM (Cooperativa agro-industrial de Misiones Limitada); Massalin Particulares; Blaza; Cima; Alliance One; la CoTaVi (Cooperativa Tabacalera de San Vicente) y la recientemente constituida Cooperativa Panambí.
No llegará a 30 millones de kilos
La planificación de la zafra misionera prometía unos 30 millones de kilogramos, número que hoy parece inalcanzable por varias razones. Las condiciones climáticas no fueron las ideales a lo largo del año, algunos fenómenos climáticos que en algunos casos dejaron con las manos vacías a los productores y, finalmente, lo más reciente: la comercialización ilegal hacia el Brasil que se habría llevado unos buenos kilos para la costa vecina del río Uruguay.
Por todo ello las estimaciones varían. Los optimistas hablan de una compra de alrededor de 25 millones de kilos de Burley y de unos 700 mil kilogramos de Criollo misionero.
Hoy, diferentes voces en el sector, en su mayoría aseguran que habrá entre cinco y seis millones menos de tabaco acopiado, aunque la verdad se observará al final de la compra.
Los números que dejaron las empresas en sus estimaciones de compra para este año fueron:
• Massalin: 10.000 toneladas.
• CTM: 9.500 toneladas.
• Alliance One: 2.800 toneladas.
• Blasa: 1.900 toneladas.
• CoTaVi: 1.600 toneladas.
• Cima: 1.100 toneladas
• Capli: 710 toneladas.
Si los números se cumplen, el total asciende a 27.610 toneladas.
El precio del Burley
No fue fácil la negociación en esta oportunidad. Debieron pasar varios encuentros oficiales y otros tantos extraoficiales para, finalmente, sellar el aumento en el orden del 44% que eleva la primera clase a los 162 pesos.
Si bien los referentes de la producción deseaban al menos dos puntos más, se retiraron con algún aire de conformidad, por cuanto el 44% representa un número que no muchas actividades lograron conseguir.
Beneficios
El acta de la mesa de precios dejó algunas cuestiones a destacar. Una de ellas fue la decisión de presentar un plan del Fondo Especial del Tabaco (FET) por 650 millones de pesos para compensar con 20 pesos por cada kilo que sea vendido y, con el excedente, se asistirá a quienes sufrieron pérdidas en sus plantaciones por los mencionados fenómenos climáticos.
Por otro lado, no menos importante, fue que los referentes de las instituciones de los productores dejaron asentado que estarán “atentos y vigilantes” a que la industria cumpla con el promedio de recepción.
Recomendaciones para mantener la seguridad sanitaria en el acopio
En las pruebas realizadas por algunas de las industrias tabacaleras, se puso especial énfasis en el estricto protocolo que se había elaborado el pasado año y que, por los resultados obtenidos, fue exitoso.
A cada productor se le controlará la temperatura y se le brindará alcohol en gel. También funcionará un espacio para lavado de manos y se insistirá en las distancias, dejando solamente a no más de cuatro personas a la vez dentro del establecimiento donde se acopie la producción.
Para el transporte, la sugerencia es que cada camión sólo sea ocupado por dos personas.
Finalmente, desde las empresas recomendaron a los productores considerados dentro del grupo de riesgo sanitario, delegar la compra en algún vecino que tenga turno el mismo día o bien al mismo transportista.
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